«Mi médico de cabecera fue rotundo: dijo que si me lo podía permitir, fuera a la privada; las listas de espera en la pública eran inmensas». Lo dice Mercedes, madre de Laura, que hoy tiene dos años.

Tras intentar tener un hijo durante mucho tiempo, ella y su marido fueron a una clínica de reproducción asistida. No es la única andaluza que no entiende cómo la Junta permite que las parejas con problemas que acuden a la pública tengan que esperar tanto.

En el SAS, afirman las clínicas privadas, desde que te derivan a una unidad de reproducción asistida y el especialista te ve, pueden pasar hasta tres años. Las listas de espera desesperan a muchas mujeres que quieren ser madres pasados los 30. Para ganar tiempo, muchas parejas optan por la privada, donde no hay listas, pero sí costes: entre 3.500 y 7.000 euros. En la clínica IVI de Sevilla, que dirige Manuel Fernández, se hacen al año 1.400 ciclos de fecundación in vitro, el doble que en el Virgen del Rocío, el que más ciclos de este tipo hace en la región.

La demanda es evidente, a juzgar por el crecimiento de tratamientos. Las unidades de reproducción asistida de los hospitales públicos andaluces en el primer semestre de 2007 fueron 2.518 ciclos de inseminación artificial y 1.068 de fecundación in vitro y microinyección espermática. En 2006 hicieron 3.336 ciclos de inseminación, un 80% más que en 2004. Las 1.602 de fecundación in vitro de 2006 suponen un 26% más. Cada pareja recibe de media cuatro ciclos de inseminación artificial y unos dos ciclos de in vitro.

Ahora, todos los hospitales tienen en servicio de ginecología las técnicas básicas que incluyen inseminación artificial. El reto del SAS es que antes de fin de año haya una unidad de técnicas avanzadas con fecundación in vitro por provincia. Técnicas específicas como el diagnóstico preimplantatorio sólo se realiza en el Virgen del Rocío y la donación de ovocitos, en el Virgen de las Nieves.

Congelar los ovocitos vale 1.200 euros

Cada vez son más las andaluzas que se animan a congelar sus ovocitos. Cuesta 1.200 euros y tiene un objetivo: salvaguardar su capacidad reproductiva para el futuro. En cuatro meses, 60 mujeres han congelado sus ovocitos en IVI Sevilla. El perfil responde a sevillanas mayores de 30 años sin pareja, pero que no descartan la idea de ser madres, y pacientes con riesgo de perder la fertilidad porque se van a someter a tratamientos agresivos de quimio y radioterapia.