Durante su intervención, también ha afirmado -como sus otros dos hermanos- carecer de patrimonio, "no tenía bienes, tenía mi sueldo", ha dicho, y ha reconocido haber avalado la compra de los hoteles Beverly Playa en Paguera (Mallorca) y Beverly Park en Maspalomas (Gran Canaria).
Por su parte, el Ministerio Fiscal le acusa a él y a sus hermanos de no haber pagado el precio acordado por estos dos hoteles, un total de 11,7 millones de euros y pide siete años de cárcel para cada uno.
Preguntado por esto, ha explicado que su padre "fue pagando a razón de 500.000 euros mensuales mientras pudo, hasta que dejó de pagarles". "Y lo hizo", ha añadido posteriormente, con el dolor de su corazón y del nuestro, que no se crea que solo sufre él, sufro yo también".
Respecto a su padre, le ha calificado como "único dueño" de sus propiedades que, según ha expresado, "controlaba cómo consideraba oportuno".
En total están acusados todos los hermanos varones: Álvaro -en prisión por otro caso-, Zoilo, José María, Javier -también en la cárcel-, Alfonso y Pablo Ruiz-Mateos, además de su padre, fallecido en septiembre de 2015.
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