Los hechos se remontan a mediados de 2014 cuando el acusado se separó de su mujer y se marchó a vivir a casa de sus padres llevándose consigo a sus hijas, de 13 y 11 años. La mayor de las dos hermanas acabó en febrero de 2016 denunciando a su propio padre al que, según el Ministerio Fiscal, le acusaba de malos tratos habituales como insultos, menosprecios, golpes y puñetazos.

F.Á.Z. ha rechazado los cargos ante el tribunal que le ha juzgado este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén. El padre ha atribuido la denuncia al deseo de la menor de irse a vivir con su madre, al tiempo que ha reconocido haber dado a su hija "alguna que otra cachetada en el culo y a veces en la boca" cuando le había faltado el respeto a él o a sus abuelos.

Ha insistido en que su hija "tiene un genio muy malo" y "levantaba mucho la voz", de ahí que alguna que otra vez "como padre" le ha propinado "una cachetada". Asimismo, ha sostenido que "en ningún momento" profirió a su hija insultos o la menospreció, tal y como indicaba la menor en su denuncia.

Por estos hechos, calificados como un delito de malos tratos habituales, el Ministerio Fiscal ha reclamado la imposición de una condena de tres años de cárcel y una indemnización de 10.000 euros.

F.Á.Z. no se ha sentado solo en el banquillo. Le ha acompañado su padre y abuelo de las niñas que está acusado de un delito continuado de abusos sexuales sobre menor de trece años por el que el Ministerio Fiscal le reclama seis años de prisión y otro delito de abusos sexuales sobre menor de 16 años por el que se le reclama cuatro años y seis meses de prisión, además de indemnizaciones que ascienden a 12.000 euros.

Fiscalía le acusa de haber abusado sexualmente de dos de sus nietas, una de forma de continuada desde que la niña tenía 10 años y hasta que denunció los hechos ya con 15 años. Para el fiscal, el acusado, "con evidente intención de satisfacer sus deseos sexuales" ha venido realizando "frecuentes conductas de contenido sexual" como tocamientos por debajo de la ropa y masturbaciones delante de la niña.

La otra hermana, actualmente con 14 años, también relató un episodio en la que el abuelo supuestamente la sometió diversos tocamientos con la excusa de hacerle cosquillas.

El acusado también ha negado los cargos y ha dicho que el único contacto con sus nietas ha sido el de hacerles "cosquillas y rascarles porque me lo pedían", pero "en ningún caso se me ha ido la mano". Para el abuelo, la denuncia de las menores responde a la influencia que ejerce sobre ellas su madre y a la mala relación que éste mantiene con su hijo, el padre de las niñas.

La declaración de las menores se ha realizado a puerta cerrada por solicitud expresa del Ministerio Fiscal, mientras que los peritos han declarado que el relato de los hechos de las menores y recogido en la denuncia es "creíble".

El juicio ha quedado visto para sentencia.