La religión pierde adeptos entre los estudiantes a medida que éstos se van haciendo mayores. Además, en el curso pasado, se disparó el número de alumnos de la ESO que se decantaron por la asignatura alternativa (antes ética), al tiempo que descendió con respecto al curso anterior la cifra de los que eligieron religión.

Así, según los datos de matriculaciones iniciales de los tres últimos cursos facilitados por la Conselleria de Educación, en la provincia de Valencia, de los 27.212 jóvenes de la ESO que estudiaron alternativa en 2003/2004 se pasó a los 40.772 que lo hicieron en 2005/2006, un 49,8% más. En el mismo período, se pasó de 65.591 estudiantes que eligieron religión a 54.684.

De los datos de Educación, se desprende que los padres prefieren que sus hijos estudien religión, mientras que éstos se decantan más por la ética, puesto que en infantil y primaria son los progenitores los que deciden la asignatura.

Sin embargo, en tercero y cuarto de la ESO (jóvenes de 14 a 16 años), cuando se aprecia mayor aumento de la ética y descenso de la religión, los padres atienden las preferencias de sus vástagos.

En un reciente estudio de la Universidad Católica entre alumnos de cuarto y quinto de ESO, revela que los alumnos que escogen

Sara y Haizea tienen dos puntos de vista distintos sobre la asignatura de religión.

Sara ortuño. 17 años, estudiante de bachiller

«Voy al instituto del barrio del Carmen. Siempre he estudiado religión porque mis padres me inculcaron esa fe desde pequeña. Luego, yo decidí seguir estudiando para reforzarla. Además, también enseñan otras religiones como el budismo, lo cual me parece positivo. En cuanto a que dediquemos más tiempo a los demás, tengo muchos amigos voluntarios que hacen la alternativa, aunque es cierto que por los valores del cristianismo, tengo mucho apego a la familia y me gusta ayudar al prójimo».

Haizea Idiepa. 14 años, alumna de la eso

«Estudio en el instituto de Betxí. Mis padres me preguntaron antes de hacer la matrícula lo que prefería y no tuve ninguna duda: me decanté por la alternativa porque nunca he estudiado religión, la verdad es que no creo en esas cosas. Pienso que no tiene nada que ver el hecho de estudiar una cosa u otra para que prefieras dedicar más tiempo a los demás. Enmi caso, por ejemplo, yo nunca he estudiado religión y lo que más me gusta es salir y poder pasar el tiempo libre con mis amigas».