María Dolores Fornés, de la calle Carlet, en Benalúa (Alicante), me comunica que «todos los días» pasa por delante de un parking adyacente a su casa, del que, me dice, «sus usuarios salen a toda velocidad, a menudo sin tocar el claxon y aunque sepan que los peatones tenemos preferencia».

Un problema que pudo tener graves consecuencias el pasado 7 de enero, cuando caminando por la acera con su hijo casi les atropella un coche «que salió disparado y frenó a escasos centímetros».

Fornés opina que «ese constante peligro podría arreglarse si el Ayuntamiento exigiera al parking algún tipo de protección para los peatones, algo que muchos padres agradeceríamos», ya que muy cerca hay una guardería (Hadas y Duendes) y un parque, por lo que la vía es muy transitada por adultos con niños».

El 29 de junio de 2006, Fornés ya había dirigido un escrito al Ayuntamiento solicitando la instalación de espejos, un semáforo «o cualquier otra medida preventiva». Y seis meses después, y tras el desagradable percance con su hijo, una hoja de reclamaciones a la Generalitat (edificio Prop, Conselleria de Consumo), ante la que los gestores del aparcamiento alegaron que es «un parking público con sus vados señalizados y sus carteles luminosos».

En la quinta planta del edificio Prop me informan de que la reclamación se desvió al Ayuntamiento al ser de competencia municipal, y así, el 18 de enero de 2007, el jefe de Consumo recomendaba desde la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) a Fornés recurrir «a la jurisdicción civil ordinaria». Allí, en la OMIC (c/ Mayor, 39), me garantizan que contactarán con Urbanismo y Tráfico, lo que compruebo media hora después en el área de Vados, donde recomiendan a la afectada presentar dos escritos al Registro Municipal.

Uno dirigido a la Policía Local, para que acuda, y otro a Tráfico, pidiendo una inspección técnica del parking, que, aseguran, «se llevará a cabo». Aparcamiento Carlet (empresa Gesap Alicante SL, concesión en 1997) mantiene un gran tránsito todo el día, ya que se ubica en un nudo comercial próximo a El Corte Inglés y a la CAM. Su salida es una rampa muy pronunciada que coincide con una acera en pendiente sobre la puerta y con otras tres bocas de aparcamiento, una de la misma firma enfrente y dos privadas.

Desde Gesap me dicen que «el parking lleva (abierto) más de 30 años y entran y salen unos 2.000 coches al día». También, que los vecinos «son gente algo exagerada» y que «aunque vivan ahí, la calle no es de ellos y no pueden circular libremente». Si pusieran espejos, declaran finalmente, «la gente se daría con ellos en la cabeza. En todos los parkings los coches asoman el morro al salir y hay que mirar cuando se pasa».

EVALUACIÓN DE LA RESPUESTA

Concejalía de Tráfico: Suspenso

OMIC: Notable