En un comunicado, Áncora ha destacado que este inmueble, de 1914, es "una infraestructura única dentro del panorama arquitectónico vasco". El Bellas Artes lleva catalogado desde 1977 y en las últimas cuatro décadas el Ayuntamiento donostiarra lo ha percibido "como un equipamiento valioso y con especial significado urbano", según la asociación.

Áncora, que ha promovido la protección de este edificio tanto en el Parlamento vasco como en el Ejecutivo vasco, ha señalado que el acuerdo sobre el futuro del inmueble entre el Ayuntamiento y el Gobierno vasco "responderá a motivaciones económicas o intereses políticos coyunturales", al tiempo que ha defendido que "la trascendencia de este edificio rebasa manifiestamente el mero ámbito local".

Además, ha censurado que "privar al edificio de su condición de Bien Cultural sin una motivación congruente, no constituye una opción jurídicamente admisible", así como, a su juicio, "tampoco lo sería el de suspender la reconstrucción de la cúpula".

En este contexto, ha señalado que "corresponde a las instituciones continuar actuando con responsabilidad en la defensa del interés público e impedir la destrucción, total o parcial, del cinematógrafo más antiguo del Estado".