Según publica el Diario Oficial de Extremadura (DOE), se han adoptado en las "zonas de especial vigilancia", a efectos de "comprobar el estado sanitario de las plantas sensibles" frente al nematodo de la madera de pinto y de contención para evitar la dispersión de la plaga 'Monochamus galloprovincialis'.

Y es que, según señala, los árboles en decaimiento son un foco de atracción para 'Monochamus galloprovincialis', vector del nematodo de la madera del pino, y los incendios, por la gran concentración de árboles en decaimiento que se genera en su entorno, son "un foco de atracción a larga distancia para ejemplares de Monochamus".

Por ello, explica el Ejecutivo regional en nota de prensa que una vez ejecutado en el área afectada el programa de erradicación y control del organismo nocivo sin que se hayan detectado nuevos brotes se ha procedido a declarar erradicado el foco y acordar el levantamiento de la zona demarcada y establecer estas medidas de control de la población del insecto vector hasta que se normalice la muerte de arbolado posterior al incendio.

Asimismo, para "actuar de forma temprana ante una posible reintroducción del nematodo", debido a las graves consecuencias que la presencia de dicho organismo nocivo tiene sobre las masas de pinares y el comercio de madera, resulta conveniente establecer dichas zonas de especial supervisión y adoptar en ella determinadas medidas fitosanitarias de vigilancia de la enfermedad y contención de las poblaciones del insecto vector.