La primera fue el cambio de fecha, ya que originalmente se celebraba alrededor de la festividad de San José, el 19 de marzo, pero ya hace años que pasó a celebrarse a mediados de mayo, en torno a San Isidro, patrón de los agricultores.

La segunda gran novedad de los últimos tiempos ha sido el del contenido de la Feria. De ser un evento casi exclusivamente de maquinaria agrícola y ganadera, se ha convertido en un certamen más extensa, con especial atención al apartado alimentario y al del mueble. Este último sector es el que ha dado fama nacional a Almazán, conocida de hecho como la Villa del Mueble.

De todos modos, el recinto al aire libre de La Arboleda continúa siendo un gran escaparate donde los agricultores pueden contemplar muchas de las novedades en el campo de la maquinaria.

Esperanza Orellana, nada más cortar la cinta inaugural, ha comentado que estas ferias como la de Almazán tienen un doble objetivo. Por un lado, "poner en valor el mundo agrario, ganadero, forestal, el medio rural en su conjunto, y más en zonas donde estas actividades tienen una gran importancia". Y por otro, "permitir a los profesionales del campo acercarse para conocer todo lo que hay en materia de innovación" para realizar sus labores de la mejor manera.

Orellana ha asegurado que, además, la Feria de Almazán "es un polo de atracción muy importante para toda la comarca y para toda la provincia".

La directora general ha asegurado que su compromiso y el de todo su Ministerio es grande con la provincia de Soria y ha añadido, como anécdota, que además está casada "con un soriano".

Por su parte, el alcalde de la localidad, José Antonio de Miguel, ha comentado que, debido a la lluvia que habitualmente acompaña la celebración de esta Feria, el recinto quedó ayer dañado y ha sido necesario trabajar esta mañana para terminar de acondicionar los puestos que estarán al aire libre.

El primer edil también ha aprovechado "como alcalde" que es, para pedir mayor colaboración institucional pues el Consistorio recibe 8.000 euros de la Diputación para un evento que cuesta 60.000. De Miguel ha expresado su deseo de que, aunque la lluvia sea necesaria, dé una tregua durante estos tres días para que la Feria reciba los miles de visitantes que suele recibir, tanto de Soria como de las provincias cercanas.