Suena despreocupada, pero estos días María Jesús tiene mucho en lo que pensar. Queda un mes para que nazca Ismael, su primer hijo: «Tengo sensación de pesadez y las emociones a flor de piel, nunca he comido mucho dulce y ahora me apetece».

Le inquieta el parto, «porque el niño viene de nalgas y, si no se da la vuelta, me harán la cesárea». Pero también el cambio de vida que conlleva. Duda si podrá volver con normalidad a la anterior. «Me gusta mi trabajo y esto es un parón».

No todo es incertidumbre. Tiene claro que su parto será en la sanidad pública. «Puede tocarme un buen equipo médico y que el parto sea muy natural. La privada no garantiza nada». También ha decidido que dará de mamar al bebé: «Es cómodo, bonito y bueno para su desarrollo. No entiendo el problema de dar el pecho en lugares públicos».

De los consejos se queda con el siempre eficaz «si necesitas ayuda, pídela». Estos días ella y su chico comprarán lo indispensable para el bebé, empezando por la cuna. Entonces sólo quedará esperar el momento de «verle la carita».

Madrid me gusta por... Todas las culturas que reúne.

Y no me gusta por... La contaminación, el tráfico  y los ruidos. Es cada vez más salvaje.

Admiro a... Los que saben vivir y ser felices

No me gustan... Los extremistas.