Un auxiliar de enfermería de Lleida ha sido condenado a pagar una multa de 2.235 euros por un delito de intrusismo y otro de lesiones, además de a dos años de inhabilitación, por suministrar un sedante a un hombre de 75 años en Lleida y dejarlo en coma varios días en el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida.

"Tomé una decisión equivocada, quería hacer el bien, nadie lo está pasando peor que yo", ha afirmado el acusado en el juicio en el que la Fiscalía, el abogado de la acusación y su abogada han llegado a un pacto de conformidad.

Su abogada, Lorena Torres, ha asegurado en declaraciones a los medios que ha llegado a un acuerdo con Fiscalía porque no había pruebas de que hubiera habido intención de causar mal al paciente y que lo que ocurrido pasó en un momento de mucha carga de trabajo en el que él intentó ayudar.

"Por la sobrecarga de trabajo, él quiso ayudar al paciente que se estaba quejando y actuó. Está muy arrepentido y quiere pasar página", ha afirmado Lorena Torres.

El suceso ocurrió en enero de 2016, cuando la víctima se encontraba en un box por problemas digestivos, según la Fiscalia, y la rápida intervención de un médico de guardia evitó secuelas en el paciente.

El Hospital Universitario Arnau de Vilanova denunció al auxiliar en la comisaría de los Mossos d'Esquadra y el juzgado que llevó el caso le dejó en libertad bajo una fianza de 4.000 euros.