Un enfermero, condenado a 50 años de cárcel por la violación de cuatro jóvenes

La Audiencia de Sevilla ha condenado al D. H. M., ex enfermero de Fremap, a 50 años de prisión por violar a cuatro jóvenes (una de ellas menor) en sus domicilios y por intentarlo con una quinta mujer.

Además, tendrá que pagar a las víctimas 100.000 euros en concepto de indemnización, según se explica en la sentencia, por los daños morales causados.

Se considera probado que el 13 de diciembre de 2002, el acusado entró en la vivienda de G. Y. G. V., de 20 años, y tras echarle una sustancia no determinada en los ojos le ató las manos a la espalda, la echó en una cama y la obligó a practicarle una felación. Posteriormente, presuntamente, robó un aparato de radio valorado en 60 euros y abandonó el piso.

Después, el 12 de noviembre de 2003, accedió a la vivienda de J. R. R., de 15 años, a la que acechó dentro del inmueble con la cara cubierta con un trapo blanco con agujeros en los ojos.

El procesado amenazó de muerte a la chica, le inyectó un ansiolítico en el glúteo y la violó. Cuando acabó le dijo a su víctima que tuviera cuidado porque la puerta de su vivienda se abría fácilmente.

Tercer caso

Posteriormente, el 27 de julio de 2004 el enfermero observó cómo R. V. B. (25 años) bajaba diversos elementos de vivienda a su vehículo. Una de las veces que salió del domicilio, entró en el piso, le puso una gasa en la boca y la violó amenazándola con un cuchillo. Incluso, cogió un portátil (valorado en 1.000 euros) y, presuntamente, le dijo que si la Policía lo detenía, la mataría.

El 5 de agosto de 2004, el acusado abrió una vivienda sin emplear la fuerza en la que se encontraba R. T. A., de 19 años. Estaba sola y en la ducha. El enfermero le ató las manos y la violó.

Finalmente, el 30 de septiembre de 2004, el condenado entró en una vivienda, empujó a una joven que cuidaba de dos niñas, le tapó la boca y, tras mirarla, se marchó del lugar.

Capacidad

El magistrado asegura que D. H. M. presentaba en el momento de cometer los hechos un trastorno bipolar de carácter leve que no afectaba al entendimiento de los mismos, ni al potencial de autocontrol, por lo que conservaba sus capacidades intelectivas y volitivas.

El agresor fue detenido el 19 de noviembre de 2004 en la clínica en la que trabajaba. La Policía intervino la fotocopia de una hoja de agenda en la que figuraban los nombres de varias mujeres.

La Audiencia Provincial lo condena como autor criminalmente responsable de cuatro delitos de violación, un delito de agresión sexual en grado de tentativa y otros cinco delitos de allanamiento de morada.

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