El cómic pone el foco en Corea del Norte a través de 'El cumpleaños de Kim Jong-il'

  • Astiberri ha publicado el cómic 'El cumpleaños de Kim Jong-il'.
  • Retrata la realidad de Corea del Norte en los 90 desde los ojos de un niño.
  • Aunque es ficción, el cómic tiene base documental.
Portada del cómic 'El cumpleaños de Kim Jong-il', de Aurélien Ducoudray y Mélanie Allag.
Portada del cómic 'El cumpleaños de Kim Jong-il', de Aurélien Ducoudray y Mélanie Allag.
Astiberri
Portada del cómic 'El cumpleaños de Kim Jong-il', de Aurélien Ducoudray y Mélanie Allag.

La "dinastía" Kim, que gobierna Corea del Norte desde 1948, instauró un régimen brutalmente hermético; poco se sabe del día a día de sus habitantes, una magra información con la que Aurélin Ducoudray y Mélanie Allag han podido tejer la impactante novela gráfica El cumpleaños de Kim Jong-il.

Aunque se trata de ficción, el argumento de esta obra tiene base documental: los testimonios recogidos por el reportero Ducoudray de los escasos norcoreanos que en las últimas décadas han logrado escapar de un país, sinónimo de la Guerra Fría, siempre de actualidad por la constante provocación y exhibicionismo militar nuclear frente a Occidente y sus aliados en la zona.

El protagonista de El cumpleaños de Kim Jong-il (Astiberri) es Jun Sang, un niño de ocho años que, como el resto de compañeros de escuela, ha sido adoctrinado para adorar al "querido líder" (el propio Kim Jong-il, fallecido en 2011 y padre del actual mandatario, Kim Jong-un), dentro de ese culto a la personalidad de toques orwellianos cuyo segundo mandamiento es el odio a los "enemigos de la revolución", los vecinos del Sur y, por supuesto, Estados Unidos.

La acción del libro se sitúa a mediados de los años noventa, en una de las épocas más duras para la población norcoreana, cuando la caída de la URSS dejó aislada a esta dictadura comunista satélite, lo que provocó la fallida económica, el cierre de factorías, el desempleo y una hambruna a la que los escasos recursos agrícolas autóctonos no pudieron hacer frente.

Ajeno a todo ello, el cándido Jun Sang parece vivir feliz como jefe de las juventudes patrióticas de su barrio, uno más de las decenas de miles de chicos y chicas que ayudaban a formar los majestuosos murales en movimiento de banderas gigantescas y de los rostros de los líderes realizados con cartulinas, que se dedicaban a leer tebeos de personajes patrióticos o a ver por televisión series de una idolatría sin fisuras.

La falta de alimentos, el estraperlo, la corrupción policial, la violencia implacable contra el disidente, la delación, el miedo a la delación, las ejecuciones públicas o la falsa realidad que vendía el régimen de los Kim se cuela en las viñetas a través de los ojos del niño, normalizados a la barbarie, y cuya vida da un vuelco cuando sus padres, desesperados al quedarse sin trabajo, deciden huir a China para, de allí, pasar a Corea del Sur.

Esa decisión golpea la conciencia del joven revolucionario, convencido de sus ideas: de repente, sus padres se convierten en unos desertores, un sentimiento de culpa que aumenta al saber que sus abuelos paternos no estaban muertos como le habían dicho, sino que vivían en Corea del Sur, lo que le convierte a él, por sangre, en un "títere del sur", su peor pesadilla.

Aunque la cultura occidental ha tratado el régimen de los Kim desde el sarcasmo o la ironía, como en el filme La entrevista -que mostraba a un Kim Jon Un caprichoso y cuya productora norteamericana recibió un ciberataque "preventivo" desde Corea del Norte días antes de su estreno-, alguno de los acercamientos más interesantes que se han hecho al país proceden del cómic, ahí está la brillante perplejidad del canadiense Guy Delisle en Pyongyang.

El trabajo documental de Ducoudray y los dibujos de Allag -colores desvaídos para la vida cotidiana en Corea y en blanco y negro para los episodios de la huida a China y del campo de concentración por el que pasa la familia- mantienen ese rigor sencillo, sin estridencias, que ayuda a comprender la evolución moral del joven Jung Sang, baqueteado por unos acontecimientos que se le escapan, pero que al final no tendrá más remedio que aceptar.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento