Coppola la llamó en julio, y ella lo dejó todo. Que un grande se fije en alguien no es baladí, aunque con Maribel Verdú ya no sorprende nada: está en la cresta de la ola, pero conserva la humildad. Para ella, las cosas son grandes o pequeñas en virtud de la calidad humana, por eso le dijo que sí a Rodrigo Plá, niño prodigio mexicano cuya primera cinta, La zona, se presentó ayer.

¿Por qué aceptó un papel pequeño en una ópera prima?

Para mí no existen papeles pequeños: existen las historias y los directores que están detrás. Y no me importa que no se hable de mi papel en La zona, porque van a hablar de una película impresionante, conmovedora e impecable. Me enorgullece estar en ella.

Durante dos años no hizo cine... ¿porque no le ofrecían buenos guiones?

Por eso y porque la risa va por barrios. Decidieron llamar a otras personas, pero como soy superpragmática, hice teatro y tele, y me dije: «Esto es así». Tuve mis bajones y he llorado en mi casa, con amigos. Y de repente llegó Guillermo del Toro.

¿Qué pasa con México? Trabajó con Del Toro, Plá, Cuarón...

Dicen que me llaman porque les doy suerte, pero yo creo que ellos me dan suerte a mí.

La mayor prueba de esa suerte es rodar Tetro, con Francis Ford Coppola.

¿Estará Javier Bardem, como se especuló?

Que yo sepa, no. Yo soy la protagonista femenina, y luego hay dos hermanos: uno de ellos es Matt Dillon y el otro, un actor joven desconocido.

¿De qué trata la película?

Es un guión escrito por Coppola, totalmente conmovedor. Es duro, habla de perdedores... del tipo de historias que me atraen. Pero también tiene un sentido del humor impresionante, sarcástico e inteligente.

¿Cómo se quedó cuando la llamó Coppola?

Me dediqué a tomar lexatines durante dos meses, y lo digo de verdad, porque así fue. Me daba algo. Soy así de cagueta. Lo primero que pensé fue: «No puedo, no voy a ser capaz».

¿Cómo es su personaje?

Apasionante y maravilloso, a la vez que difícil, porque todo el tiempo está mediando entre los dos hermanos. Es el reto más grande de toda mi vida.

¿Qué le impone?

Aunque el personaje es hispano, es la primera vez que voy a rodar en inglés como protagonista. Me parece una locura que me hayan cogido.

¿Y por qué lo han hecho?

No lo sé. Cuando, en los Oscar, Coppola se acercó a felicitarme por El laberinto del fauno no me habló de esta película. Eso me lo ofreció después, me envió el guión en un e-mail.

¿Cómo es personalmente?

Impresionante. Una persona cercana, normal –en el mejor sentido, porque está lleno de talento, cultura e inteligencia–, que me hace sentir persona, una reina, lo más. Y eso es una gozada, da mucha seguridad.

¿Dónde y cuándo se rodará?

En Buenos Aires, y teóricamente, a partir de febrero.

¿Sube el ego?

No, yo no me voy a vivir a Los Ángeles. Quiero seguir haciendo películas con mi gente.

¿No se iría a Hollywood?

En absoluto. No podría. En América se hacen las mejores y las peores películas, pero no me gusta, no me compensa.

¿Teme el lado negativo de la fama?

No me puedo quejar de nada; si lo hiciera, sería una impresentable.

BIO

Nació en Madrid en 1970. Ha trabajado en cine, teatro, televisión y varios anuncios publicitarios. Ha estado nominada a los Goya en cuatro ocasiones: dos como actriz protagonista y otras dos por interpretaciones de reparto.

Filmografía básica

‘Belle Époque’ (1992): La cinta de Fernando Trueba ganó el Oscar a la mejor película extranjera.

‘Huevos de oro’ (1993): Verdú rodó a las órdenes de Bigas Luna, junto a Javier Bardem.

‘Goya en Burdeos’ (1999): Carlos Saura la eligió para el biopic sobre el genio de la pintura.

‘El laberinto del fauno’ (2006): Volvió al Kodak Theatre, para la gala de los Oscar, con Del Toro.

‘Siete mesas de billar francés’ (2007): Comparte cartel con Blanca Portillo y Amparo Baró.

‘Oviedo Express’ (2007): La película que dirige Gonzalo Suárez se estrenó hace sólo una semana.