De esta forma, se ha reconocido "la vinculación religiosa, histórica y cultural de la Cofradía del Refugio con el municipio de Murcia, la vocación de servicio del Colegio de Médicos, así como su impulso al fomento de la cultura y bienestar de los murcianos y la vinculación del escultor de Pilar de la Horadada, José Sánchez Lozano, con la ciudad de Murcia, lugar donde desarrolló gran parte de su trabajo y donde se ubicaba su taller".

Así, sobre la Medalla de Oro al Colegio de Médicos se destaca que "ha cumplido con creces y público reconocimiento los objetivos que se marcaron desde su fundación, entre los que cabe la ordenación y representación exclusiva de la profesión médica, de la actividad profesional de los colegiados y la defensa de sus intereses profesionales dentro de los límites territoriales de la Comunidad de la Región de Murcia".

Igualmente, se expone que "se han conmemorado 120 años de historia en la que esta organización ha desempeñado la función representativa de la Profesión Médica, salvaguardando el cumplimiento de los valores que refleja el Código Deontológico que rige su ejercicio y garantiza la calidad del acto médico y la buena práctica clínica en defensa de los pacientes y la sociedad".

Según el expediente aprobado para otorgar la Medalla de Oro a la Cofradía del Refugio, "la Cofradía de la conocida como Procesión del Silencio cumple 75 años de historia, tiempo durante el cual ha contribuido activamente al esplendor de nuestra Semana Santa -declarada de Interés Turístico Internacional- luciendo el cortejo procesional cada noche de Jueves Santo".

Además, "es encomiable su labor en el mantenimiento del culto y conservación de su titular, una de las obras artísticas más importantes de nuestra Región. Se trata de la obra anónima del Cristo del Refugio, un crucificado atribuido por algunos estudiosos al artista italiano Jacobo Torni, más conocido como Florentín o Florentino, y apoyado por Vasari como L'Indaco".

Por último, el expediente aprobado para la concesión del título de Hijo Adoptivo a José Sánchez Lozano recuerda que "dio forma a centenares de obras escultóricas de arte sacro que están repartidas por toda la Región de Murcia y especialmente en el municipio de Murcia".

Este escultor realizó un importante trabajo de mantenimiento y conservación de obras referentes como las del escultor Francisco Salzillo o Nicolás de Bussy y fue un gran conocedor de las realizadas además por Baglietto o Antonio Dupar. Restauró y sustituyó aquellas que quedaron dañadas o destruidas durante la Guerra Civil, devolviendo a Murcia obras muy apreciadas.