En esta segunda entrega se mantiene como eje central la terapeuta de grupo de trabajo de la temporada anterior, sin embargo sólo dos de sus pacientes permanecen en él, incorporándose dos personajes nuevos además de los que aparecerán en las tramas fuera de terapia.

La primera temporada trata sobre el voyeurismo, las relaciones tóxicas, el pseudo poliamor y la identidad según la teoría del continuo. Se ponen las bases de lo que será la relación de Makiel y Eva, así como la búsqueda de identidad de Sandra.

En el primer episodio Eva, la terapeuta, trata de forma individual a 4 pacientes de perfiles muy diferentes: Sandra/Saúl, se identifica como un cruzado; Carla, heterosexual atormentada y confusa; Laura, lesbiana enamorada de una clienta heterosexual que le paga por sexo; y Makiel, lesbiana radical y ex pareja de Eva. Las cuatro pacientes finalmente formarán un único grupo de terapia.