A pesar de que no hubo heridos, las consecuencias de la avería, que se produjo hacia las cinco de la madrugada de ayer, afectaron a cientos de conductores (sólo por el peaje de A Barcala circulan diariamente más de 15.000 usuarios). Además, las carreteras colindantes también quedaron colapsadas.

A partir de las 7.30 horas se conocieron las cifras que pusieron a prueba la paciencia de los usuarios: 60 minutos para recorrer cinco kilómetros y más de cuatro de retenciones convirtieron en un caos la AP-9 en hora punta.

Poco después de las nueve y media, una grúa especial se encargó de retirar el tráiler de la calzada, que en ese momento cumplía ya su quinta hora inutilizando un carril. Hasta entonces, la avería había ocasionado que una carretera por la que circulan  más de 300.000 conductores del área estuviese totalmente colapsada.

Mientras, la Guardia Civil apuntó ayer que, pese a las críticas de conductores por la falta de agentes, las patrullas regularon el tráfico «como la situación exigía».

Audasa tiene que ser «más ágil»

La Liga Cívica Alas Coruña exigió ayer que los políticos ofrezcan las «explicaciones oportunas» por los colapsos en la entrada a la ciudad, y por la falta de previsión que se cometió ayer. En la misma línea se pronunció el teniente de alcalde, Henrique Tello, que criticó la falta de «agilidad» de Audasa.