El dispositivo se desarrolló durante la celebración de la citada romería cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana, que se encontraba prestando servicio para garantizar el orden público durante el transcurso de la misma, observó un tumulto de personas que mostraban una gran agitación.

Al acercarse a ellos para comprobar que estaba sucediendo, una mujer, que se identificó como la encargada del mantenimiento de la ermita, alertó de que en el lugar destinado a las ofrendas y promesas de las personas hacia la Virgen, donde se sitúan velas para ello, se había originado un fuego y que temía que este pudiera propagarse por el templo.

Rápidamente los agentes marcaron un perímetro de distancia para garantizar la seguridad de las personas allí congregadas y se dirigieron al vehículo oficial para hacer uso del extintor de dotación y sofocar las llamas.

Una vez que el fuego quedó extinguido totalmente, se procedió a cerrar la verja donde se realizan las ofrendas para evitar que se pudiera reavivar. Con esta actuación, los agentes han evitado que el fuego se propagara por la ermita y hubiera podido ocasionar un gran daño en un lugar de gran interés cultural de la comarca.