Según ha indicado la Comandancia en una nota, el investigado interpuso su denuncia en Altea (Alicante), en la que detalló que dos personas le habían sustraído la cartera y las llaves del vehículo después de que se viera obligado a detener su coche en la autovía y fuera amenazado con armas de fuego durante un supuesto registro de su automóvil.

Según su testimonio, los atracadores le quitaron las llaves y las arrojaron un kilómetro más adelante, donde las habría recogido posteriormente. Con estos datos, los agentes se entrevistaron de nuevo con la supuesta víctima dada la ausencia de testigos, la escasa información relacionada con los autores y "varias inconsistencias en su declaración".

En las diferentes conversaciones, el investigado no resolvió las dudas de los agentes, quienes lograron verificar la falsedad de los hechos denunciados. Durante el desarrollo de la investigación, supieron que el hombre había presentado la denuncia dos días después del supuesto hecho, al encontrarse en la localidad alicantina por cuestiones laborales, sentido en el que la denuncia pudo estar motivada "porque se había gastado los 500 euros de la empresa para la que trabaja". Las diligencias han quedado a disposición de un juez de Almería.