Así se fraguó el derrocamiento de Pedro Sánchez como líder del PSOE

  • Jesús Cintora publica 'Conspiraciones. ¿Por qué no gobernó la izquierda?'
El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, durante su comparecencia en la que ha comunicado su renuncia a su escaño de diputado para no verse obligado a incumplir el mandato del Comité Federal de su partido de abstenerse en la definitiva votación de la investidura de Mariano Rajoy.
El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, durante su comparecencia en la que ha comunicado su renuncia a su escaño de diputado para no verse obligado a incumplir el mandato del Comité Federal de su partido de abstenerse en la definitiva votación de la investidura de Mariano Rajoy.
Paco Campos / EFE
El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, durante su comparecencia en la que ha comunicado su renuncia a su escaño de diputado para no verse obligado a incumplir el mandato del Comité Federal de su partido de abstenerse en la definitiva votación de la investidura de Mariano Rajoy.

20minutos publica Pasando lista, el capítulo del libro Conspiraciones. ¿Por qué no gobernó la izquierda? (Espasa) del periodista Jesús Cintora.

En el volumen, que se presenta este jueves en Madrid, Cintora relata y analiza las "intrigas, conspiraciones y encarnizada lucha de poder" que se han sucedido en España en los últimos años.

La aparición de Podemos, la abdicación del rey y la sucesión en el PSOE son algunos de los temas más relevantes, así como qué pasó para que un Mariano Rajoy acorralado por la corrupción lograra mantenerse en el poder.

Pasando lista (capítulo del libro 'Conspiraciones')
Por Jesús Cintora.

Declarada la guerra en el PSOE, la cuenta atrás para formar Gobierno avanza. El tiempo se va agotando. Dirigentes socialistas y de Podemos mantienen los contactos, pero sin sentarse a negociar. Íñigo Errejón tiene una charla privada con Antonio Hernando. El número dos del partido de Iglesias quiere saber si van a intentarlo o no. Si finalmente habrá posibilidades o si Pedro Sánchez solo quiere mantenerse como candidato para unas terceras elecciones. Hernando le responde: "Si todos salimos vivos de esta, hablaremos". Se trata de sobrevivir a "la semana trágica en el PSOE", que ha comenzado con el desafío de Sánchez, pero solo acaba de empezar.

Errejón le ha insistido a Hernando con la idea de que Podemos puede buscar apoyos y abstenciones entre los nacionalistas. Antonio le cuenta a Íñigo que la determinación de Pedro es no abstenerse ante Mariano Rajoy. Ha decidido que antes lo echarán. Así es como los portavoces parlamentarios del PSOE y de Podemos quedan en volver a hablar tras el Comité Federal del fin de semana, "si sobrevivimos... todos". La respuesta deja mosqueado a Errejón.

El plan que Pedro ha compartido con el propio Hernando: con su jefe de gabinete, Juanma Serrano; con Óscar López y con Rodolfo Ares es que, si es necesario, irán a terceras elecciones, pero no quiere abstenerse. Es la estrategia que Sánchez tiene para sobrevivir y está convencido de que le avala el apoyo de la militancia. Ha dado ya la orden de que hablen con la agencia de publicidad por si se produjera la repetición electoral y, si se llegara a terceras, quiere que el "no es no" sea su primer acto electoral.

Pero ya está abierta una guerra sin cuartel. Los miembros de la Ejecutiva del PSOE están recibiendo la llamada de la propia Susana, de miembros de su equipo en Andalucía, de Javier Fernández, de Tomás Gómez, de unos cuantos dirigentes críticos en definitiva. Consideran insostenible la situación y quieren firmas para presentar las dimisiones en bloque y tumbar a Pedro. No es que quieran ganar el Comité Federal del sábado, es que antes quieren que esa reunión quede condicionada, porque al dimitir la mitad más uno de los miembros de la dirección, esta quede extinguida. Algunos de los que reciben la llamada, aceptan. Otros, responden que no están de acuerdo. Los hay también que contestan que no comparten el reto de Sánchez, pero tampoco las formas de dimitir en bloque. Consideran más limpio y menos estridente que el conflicto se resuelva el sábado en el Comité Federal. Pero la propia Susana responde por teléfono que hay que hacer algo ya. Las federaciones socialistas críticas se han puesto en marcha y el movimiento es frenético para hacer que Sánchez muerda el polvo cuanto antes.

Los que van a matar al secretario general buscan 17 dimisiones. 17 miembros de la Ejecutiva Federal. La mitad más uno. Ya serían suficientes, puesto que ha habido anteriormente tres bajas, con el fallecimiento de Pedro Zerolo y las dimisiones de José Ramón Gómez Besteiro y Javier Abreu, que renunciaron tiempo atrás. Los críticos buscan 17 como mínimo, pero intentan tener alguna más. Al otro lado del teléfono, Susana intenta convencer a algunos que se resisten a dimitir prometiéndoles incluso que les envía la lista para que vean los nombres de todos los que se han comprometido ya a renunciar.

Sánchez conoce hace tiempo el plan de este golpe de primera mano, no lo reconoce públicamente, pero su estrategia sigue avanzando, manteniendo el pulso, intentando erigirse en el máximo representante de la militancia. Sabe que quieren matarle, que quieren sustituirle por una gestora. Que la disolución de su Ejecutiva busca extinguir el poder de la dirección del PSOE, incluido su secretario general. "Se ha puesto chulito y morirá con dolor", es el pulgar hacia abajo impulsado por los que quieren que Pedro se vaya de una vez.

No se reconoce aún públicamente, pero igual que lo sabe Pedro, el plan del crimen lo conocen no solo Susana, sino también Rubalcaba, Zapatero, la "vieja guardia" en definitiva, junto a los barones críticos. Su paciencia se ha agotado. Sánchez llegará muerto o moribundo al Comité Federal. Bastaba esperar al resultado de las elecciones vascas y gallegas. A partir de aquí, consideran que lo que está haciendo Pedro es intentar sobrevivir.

A primera hora del martes 27 de septiembre, el líder del PSOE concede una entrevista a la "Cadena SER". Allí asegura que no se plantea dimitir, aunque el Comité Federal del sábado no apruebe su propuesta de congreso y primarias. También reconoce públicamente su estrategia: "No quiero terceras elecciones, pero unas elecciones nunca son una mala solución. Una mala solución es que desde la izquierda, con el voto, se indulte a Rajoy".

Pedro toca la fibra de Felipe González al comparar este momento con otro tan decisivo en la historia del PSOE "como cuando se planteó abandonar el marxismo o no". Sánchez asegura que "se está llamando a una abstención técnica o abstención mínima para facilitar un Gobierno del PP y eso es una cuestión esencial para el futuro de la socialdemocracia". También lo plantea como una forma de reforzar un liderazgo en torno al que se cierren filas: "La sensación es que no hay una autoridad en el PSOE".

Lo que no sabe Sánchez es que una entrevista grabada en la misma emisora, que se emitirá al día siguiente, será la antesala de su descabezamiento. Felipe le ha sentenciado a muerte, como lo han hecho tantos pesos pesados del socialismo y barones territoriales con lo que ya no habla. Por si fuera poco, le espera una nueva puñalada en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, que comienza a la una de la tarde. Va a ser el teatro de operaciones de la ofensiva final programada para el sábado.

Susana Díaz ha movilizado a sus afines en el Congreso de los Diputados para dejar en evidencia a Sánchez. Quiere que en sede parlamentaria quede claro que las tropas que vienen del sur avanzan, tienen aliados que son claves y están dispuestas a reducirlo a cenizas. El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, acepta que tomen la palabra los parlamentarios andaluces y varios críticos de peso que quieren tumbar los planes de Pedro.

La reunión es a puerta cerrada, en la sala Campoamor de la Cámara baja. Al encuentro no acuden Sánchez, ni Luena. Hablan en contra del secretario general 11 de los 15 intervinientes. Agrandan la herida del líder del partido, antes de que den las cuatro de la tarde. A esa hora habrá que terminar, pero porque comienza el pleno en el hemiciclo. No ha habido comida en la reunión del grupo, Susana ha ordenado "entregarle" a Pedro el mensaje de que está dispuesta a robarle hasta la merienda.

Allí han hablado los diputados andaluces: como Antonio Pradas, Miguel Ángel Heredia, José Andrés Torres Mora, Elvira Ramón o Salvador de la Encina. Dos de la Castilla-La Mancha de García Page: el expresidente regional José María Barreda y Pablo Bellido. El extremeño Nacho Sánchez Amor, en representación de los intereses de Vara, o el valenciano Ciprià Císcar, de la federación de Ximo Puig. También Eduardo Madina.

Es toda una demostración de fuerza y un aviso a Pedro de que van a por él. El orden del día del pleno del Congreso, que suele ser el motivo de estas reuniones, se ha repasado durante un cuarto de hora. El resto, ha sido prácticamente todo poner a caldo al secretario general, que no estaba de cuerpo presente, pero le esperan. La reunión la cierra Patxi López diciendo que él, ante la duda, siempre estará con su líder en el partido. Sánchez después le reprochará a Antonio Hernando haber permitido ese cónclave lleno de reproches. Pedro se siente acorralado y cada vez se fía de menos gente.

Las conspiraciones para derribarlo avanzan. El "sanchismo" se resquebraja, mientras el "susanismo" va sumando adeptos y quiere tenerlo todo atado y bien atado. Susana no se conforma con tener a 17 miembros de la Ejecutiva que dimitan. Va preparando ya la mayoría en el Comité Federal para darle la puntilla a Sánchez. La presidenta andaluza, los barones afines y los pesos históricos influyentes en el PSOE, están alistando efectivos entre los 290 miembros del Comité que votarán el sábado.

En la lista de los casi trescientos miembros del Comité Federal, los "susanistas" quieren tener claro quiénes pueden tumbar la propuesta de Pedro de celebrar las primarias del 23 de octubre. Se multiplican las llamadas para votar con Susana o para ausentarse de la reunión del sábado. De todo hay. La "fuerza que viene del Sur" sigue avanzando para cruzar Despeñaperros. No está sola. Al Norte, al Este y al Oeste, también bombardean contra el cuartel general en el que aún resiste Pedro Sánchez.

Desde Puerto Real (Cádiz), Susana Díaz envía un mensaje público a sus enemigos y aliados: "No voy a entrar en ninguna maniobra. Primero es el país. Nuestra obligación con España es ofrecerle un partido unido y cohesionado. Yo voy a estar donde me pongan mis compañeros, en la cabeza o en la cola". Repite esta última frase un par de veces y añade: "Lo ocurrido ayer es muy grave", pero se refiere a Podemos, partido al que acusa de "entrometerse en cuestiones internas chantajeando al PSOE", al romper los acuerdos entre ambos partidos en Castilla-La Mancha y Extremadura.

Divididos los frentes de la izquierda, Mariano Rajoy Brey mantiene un sospechoso silencio en la Jefatura del gobierno. Sabe que la caída del soldado Sánchez está cerca. Será la humillación del hombre que le llamó indecente a la cara en horario de máxima audiencia televisiva. Es cuestión de días, tal vez de horas. Rajoy solo espera caminar sobre su cadáver. Sabe que mantenerse otros cuatro años en la Moncloa está más cerca que nunca.

Todo en orden, Mariano. En España, las miradas están puestas en el crimen de Ferraz, mientras la Guardia Civil ha entrado hoy en la Asamblea de Madrid buscando documentos sobre la corrupción del PP en la trama Púnica. El juez Velasco ha requerido documentación, a través de la Unidad Central Operativa. Sigue investigando la financiación irregular del Partido Popular. Las investigaciones se han llevado por delante a otra de las rivales de Rajoy Brey, Esperanza Aguirre, que ya dimitió como "lideresa" del PP madrileño. Mariano resiste triunfal en el palacio presidencial, mientras siguen cayendo sus adversarios.

También en este martes 27, mientras el PSOE recuenta efectivos para su catarsis del próximo sábado, Rita Barberá reaparece en el Senado. Es una mujer derrotada. Más delgada, triste, cabizbaja. Ruega a los periodistas que la dejen avanzar. Se sienta en la última fila del hemiciclo. Ya no está en el PP. Antes era "la mejor" para Mariano, pero ahora deambula por una Cámara alta que nunca se le había hecho tan cuesta arriba. Allí se ha atrincherado Rita, en el grupo mixto, imputada por blanqueo, para conservar su aforamiento y ser juzgada por el Tribunal Supremo.

La que fue alcaldesa de Valencia durante casi 25 años hoy pasa desapercibida para muchos de los que eran sus aduladores compañeros. "Ni la he visto", comenta un senador del PP. La vida es más sombría para Rita en el escaño 301. Habla por el móvil, mira el techo, parpadea, se relaja y se queda dormida. Sí, da unas cuantas cabezaditas. Ni que la graben así cámaras le importa ya a quien era "la gran alcaldesa de España".

Rita duerme, pero Rajoy Brey mantiene al PP despierto. El mismo 27, cuando se reclutan soldados para la masacre socialista del fin de semana, el Partido Popular, imputado, invoca la llamada "doctrina Botín" para evitar que lo juzguen por destruir los ordenadores de Luis Bárcenas. El PP alega que no le acusa la Fiscalía y tampoco ya su extesorero, que es el perjudicado directo en la causa. Bárcenas sigue siendo fuerte y demostrando que ha cambiado de estrategia: ya no va contra Mariano. Rajoy Brey sigue salvando la espalda. Pedro y Susana se han citado para apuñalarse.

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