Se acerca la campaña de Navidad y las distintas formas de oferta comercial que conviven en la capital gaditana tratan de disputarse el terreno y atraer el máximo número de consumidores.

La oferta más problemática es la de la venta ambulante. Y el comercio establecido ya ha logrado ganarle una partida, porque el Ayuntamiento ha decidido suprimir el mercadillo de la calle Libertad, en el entorno de la plaza central de abasto, como consecuencia de las obras que se están acometiendo en el histórico edificio. El presidente de la Unión de Comerciantes de Cádiz, Salvador Muñoz, consideró todo un "acierto" la supresión de este mercado ambulante que, como siempre había sostenido "carece de control sobre los productos que se venden, ejerce la competencia desleal sobre el comercio establecido y ocupa la vía pública obstruyendo el paso de peatones y los accesos a dichos comercios".

De hecho, la ofensiva del pequeño comercio no se ha hecho esperar y durante la semana pasada se sucedieron las reuniones con el Gobierno municipal para que se regule mejor lo que se considera una proliferación descontrolada de esta oferta en la ciudad.

En la actualidad siguen numerosos mercadillos ambulantes autorizados en la ciudad. En la calle Barbate, en el Paseo Marítimo durante el verano. Pero sobre todo el más grande, más polémico y más molesto para muchos, el mercado de El Piojito, que se instala cada lunes en la Avenida de la Bahía,una de las principales arterias de la Barriada de la Paz.

Un suplicio para los vecinos de la Barriada de la Paz

Manuela Molina, presidenta de la asociación de vecinos Bahía Gaditana, se he erigido en la portavoz del malestar de los residentes por la convivencia con El Piojito y sus efectos sobre la zona.

Pero el mercadillo también cuenta con adeptos, como la asociación de consumidores y usuarios en acción, Facua, cuyo portavoz, David Cifredo, siempre se ha mostrado partidario del mantenimiento de todas las ofertas comerciales actualmente existentes en la ciudad: grandes superficies, pequeño y mediano comercio y venta ambulante.

Los vendedores de El Piojito, cuyo portavoz es Manuel Montoya, también luchan por su parte, por disponer de mejor espacio y más óptimas condiciones a la hora de instalar sus puestos.

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