La presión internacional fuerza a Musharraf a mantener las elecciones en Pakistán

Manifestantes detenidos en Karachi, al sur de Pakistán, en las protestas contra el estado de excepción.
Manifestantes detenidos en Karachi, al sur de Pakistán, en las protestas contra el estado de excepción.
Mohsin Hassan / REUTERS
Manifestantes detenidos en Karachi, al sur de Pakistán, en las protestas contra el estado de excepción.

El presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, ha asegurado que mantiene su compromiso de celebrar elecciones, en respuesta a las críticas internacionales por la ruptura de los acuerdos de transición para el país tras su declaración del estado de excepción.

En su primera reunión con el cuerpo diplomático en Islamabad desde que suspendió la Constitución el pasado sábado, Musharraf mantuvo que las elecciones, previstas en principio para enero de 2008, se celebrarán, aunque no ofreció ninguna fecha concreta y dijo que antes habrá que "resolver algunas cuestiones legales", informaron a EFE fuentes diplomáticas.

Los representantes de EEUU y Gran Bretaña, los dos países garantes del acuerdo de transición que Musharraf alcanzó hace un mes con Benazir Bhutto la ex primera ministra y líder de Partido Popular de Pakistán (PPP), el principal de la oposición, expusieron en el encuentro su preocupación por la nueva situación.

El pacto, que permitió a Bhutto regresar del exilio, preveía que Musharraf abandonara el mando del Ejército al jurar su nuevo mandato como presidente y la celebración de elecciones en enero para renovar el Parlamento y el Gobierno.

Ahora todos los pactos están en el aire
"Ahora
todos los pactos, los compromisos con EEUU, la UE, con Bhutto, con el pueblo de Pakistán,
están en el aire", destacaron las fuentes consultadas por EFE.

En la reunión con los embajadores, el representante de EEUU
criticó los "excesos" que el régimen
está cometiendo en los últimos días con activistas de derechos humanos y medios de comunicación y el representante de Portugal en nombre de la UE reclamó
la liberación de las personas arrestadas.
El 'búnker' pakistaní

Islamabad y las cabeceras de las cuatro provincias paquistaníes estaban este lunes vigiladas por contingentes de policías y fuerzas paramilitares, en medio de rumores de que el propio Musharraf había sido puesto bajo arresto domiciliario por su "número dos" en el Ejército, el general Ashfaq Kiyani.

Los rumores llegaron a la reunión que el presidente mantenía con el cuerpo diplomático y llevaron a diversos portavoces del régimen a desmentirlos como carentes de fundamento.

No obstante, una fuente diplomática citada por los medios paquistaníes dijo que el Ejército está a la espera de ver la reacción que la decisión de Musharraf suscita tanto en EEUU como en el pueblo paquistaní.

"Nos han dicho que hay una gran preocupación en la cúpula militar, pero está por ver si ese resentimiento se traduce en una acción contra él desde dentro del Ejército", declaró esa fuente.

Bhutto, a la espera

Bhutto, por su parte, se disponía este lunes a viajar a Islamabad para consultas con el equipo del presidente, con el que está previsto que se reúna el fin de semana.

En declaraciones a la prensa en Karachi (sur), Bhutto aseguró que la acción "desesperada" de Musharraf ha saboteado el diálogo entre ambos y pidió a sus seguidores y el pueblo de Pakistán "que estén preparados para una movilización".

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