Cae la producción de reineta del Valle de las Caderechas que sólo ha certificado un 15% de lo habitual

  • La manzana reineta del Valle de las Caderechas, ubicado en la provincia de Burgos, ha registrado este año la "peor campaña de comercialización" desde que se puso en marcha la marca de garantía que acredita la calidad de esta fruta, a la que no ha favorecido la climatología.
Burgos. Recolección de manzana reineta en el Valle de la Caderechas
Burgos. Recolección de manzana reineta en el Valle de la Caderechas
MARCA DE GARANTÍA
Burgos. Recolección de manzana reineta en el Valle de la Caderechas

Precisamente, a falta de unos días para concluir la campaña de comercialización de la marca de garantía 'Reineta del Valle de las Caderechas', los operadores inscritos han recogido unos 33.000 kilos de manzanas de las que algo más de 20.000 llevarán el marchamo de calidad de modo que sólo se ha certificado un 15 por ciento de lo avalado por el marchamo otros años.

Según han explicado desde la marca de garantía 'Reineta del Valle de las Caderechas', esta caída de producción se ha debido a las circunstancias meteorológicas desde el inicio ya que la primavera del año pasado fue muy lluviosa y no se produjo un buen cuajado, a lo que se sumaron algunas heladas y un verano muy seco.

La manzana reineta del Valle de Las Caderechas se distingue de las producidas en otras regiones por su "sabor intenso" y por un "agradable acidez" compensado con un "alto contenido en azúcares". También es característica la herrumbre superficial o 'russeting', un moteado de color pardo que cubre parte de su piel y que constituye su garantía de origen.

En el Valle de las Caderechas se cultivan dos variedades de reinetas, la blanca y la gris -la primera es algo más ácida y la segunda destaca por una mayor proporción de 'russeting' o herrumbre en la superficie-, que se recolectan y se seleccionan de forma manual, de modo que se desechan las que no cumplen los requisitos de sabor y presencia establecidos por la marca de garantía.

Los frutos se comienzan a recoger en septiembre y se empiezan a comercializar en octubre y cada fruticultor elige el momento exacto de recolección para asegurar un adecuado tamaño e índice de azúcares ya que, una vez separadas del árbol, las reinetas siguen madurando.

Precisamente, debido a la evolución natural de las manzanas durante la conservación la marca distingue entre dos tipos en función de la fecha de expedición: la manzana de temporada, la expedida entre la fecha de recolección y el 1 de noviembre de cada año, y la manzana de bodega, que es la expedida entre el 1 de noviembre y el 1 de julio del año siguiente al que ha sido recolectada.

Desde la Asociación de Productores del Valle de Caderechas han aprovechado la ocasión para trasladar su agradecimiento a la comprensión mostrada por los consumidores "que han valorado la gran calidad del producto a pesar de su escasez y el menor tamaño de las manzanas comercializadas".

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