Los centros comerciales logran echar a los 'indeseables' gracias a órdenes de alejamiento judiciales

 Meterse en una pelea dentro de un centro comercial puede significar no volver. Al menos, para los jóvenes a los que varios jueces de Málaga han condenado con una orden de alejamiento de dichos lugares, según publica hoy el Diario Sur.

Hasta el momento, los jueces sólo se han pronunciado en este sentido para los casos más graves, en los que ha habido heridos por arma blanca, y como pena añadida a la impuesta por las lesiones provocadas.

Los centros comerciales han solicitado varios centenares de veces (hasta cuatrocientas, según Radio Nacional de España) estas órdenes de alejamiento, de las que sólo se han decretado, de momento, una pequeña parte. La mayoría van dirigidas contra las personas -la mayor parte de las veces jóvenes- que han protagonizado los actos violentos.

Sin embargo, es difícil que un juzgado dicte una orden de alejamiento de un lugar, y no de una persona, como suele ser habitual, por ejemplo, en los casos de violencia doméstica. Lo que buscan los centros comerciales es evitar que los indeseables condenados por los jueces vuelvan.

"Suelen ser delitos de lesiones que no superan los dos años de pena y por eso se intenta que las personas no acudan al centro al salir de la cárcel", explica a Diario Sur Juan Fernández, abogado del centro de ocio Plaza Mayor.

En su caso, relata que hasta la fecha los jueces han atendido cuatro peticiones y otras seis se encuentran en trámite. Los centros se presentan como acusación particular y solicitan un alejamiento temporal de dos años, aunque el que impone el juez suele ser menor.

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