El proceso participativo y de consulta para mejorar los servicios sociales de Barcelona impulsado por el Ayuntamiento ha llegado a su última fase tras recibir más de 1.000 aportaciones, que se debatirán en una jornada este jueves y se votarán para decidir las 20 medidas prioritarias, ha explicado la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, en declaraciones a los medios.

Este proyecto, con el nombre de 'Impulsem!', se enmarca en la estrategia para mejorar los servicios sociales, que empezó el año pasado y definirá medidas que se aplicarán de forma progresiva hasta 2019 tras esta jornada, celebrada en la Universidad de Barcelona (UB) con unos 650 profesionales de los 40 centros de servicios sociales de la ciudad.

Ortiz ha explicado que han participado unos 500 profesionales y también otros actores municipales, administraciones, movimientos sociales y organizaciones, entre otros, que han sumado 300 aportaciones adicionales de unas 168 personas externas, que se añaden a otras 80 realizadas por usuarios.

"Queremos unos servicios sociales que empoderen a la gente, no sólo la asistan, sino que crean en las capacidades de la ciudadanía", ha defendido la teniente de alcalde tras inaugurar la jornada, línea que ha asegurado que comparten los participantes en este proceso.

Ha sostenido que, para empoderar a los usuarios, los servicios sociales no deben ser "caritativos o asistencialistas, que acaban generando dependencia y a menudo la persona se siente más pequeña o vulnerable", sino que deben aportar herramientas para superar las situaciones por las que se acude a ellos.

Tras la jornada, se identificarán y concretarán los proyectos que deben impulsarse a corto, medio y largo plazo, como la posibilidad de crear una oficina única para centralizar la gestión de todas las prestaciones económicas por vulnerabilidad, de reducir la burocracia, fortalecer el trabajo comunitario y avanzar hacia una organización más sencilla y flexible.