La salud de Doñana a vista de pájaro

Medio Ambiente. José Antonio Donázar estudia con el milano negro la salud de los ecosistemas de Doñana y el sahel africano.

En Doñana hay 600 parejas de milanos negros, un depredador carismático y amenazado cuyo ciclo de vida es muy peculiar. De marzo a agosto vive en el parque y el resto del año en el sahel africano, cerca del Sahara, Mauritania, Senegal y Malí. Cuando les llega la hora de invernar, estos pájaros de color pardo tardan un solo día en cruzar el Estrecho y una semana en llegar a su destino. A diferencia de lo que se cree, vuelan 4.500 kilómetros en línea recta, sin utilizar la costa. Por todas estas características, los milanos «son un indicador perfecto para chequear la salud de los ecosistemas de Doñana y el sahel africano», explica José Antonio Donázar, biólogo y jefe del proyecto de investigación de excelencia, subvencionado por la Junta, que estudia en la Estación Biológica de Doñana, ubicada en Sevilla, a estas aves rapaces. Para seguirlos, la primavera pasada colocaron en la espalda de diez de ellos una mochila con GPS. Así, en los próximos tres años, los tendrán localizados las 24 horas del día. El objetivo del estudio es analizar cómo estos milanos responden a los cambios ambientales, así como al deterioro o humanización de su hábitat. «Se les consideran aves oportunistas porque son muy sensibles al clima y a los ciclos acuáticos, lo que determina que puedan comer bien y reproducirse», dice el experto. Por ejemplo: si un año no llueve, esto les afecta «muchísimo», la marisma de Doñana no se llena, no se alimentan bien y no crían. Los milanos que estudia Donázar viven unos 15 años y sacan adelante de dos a tres polluelos.

DATOS

Investigador principal: José Antonio Donázar

Financiación: 189.436,30

Instituciones: Estación Biológica de Doñana (Sevilla)

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