Según el relato de la Fiscalía, que le pide 40 años de cárcel, los hechos ocurrieron en diciembre de 2015 cuando el acusado, que ya contaba con antecedentes por delitos de lesiones, violencia sobre la mujer, y resistencia a la autoridad, fue a casa de su vecina con la intención de obtener lo que encontrase de valor.

Así, llamó a la puerta, sabiendo que ella no desconfiaría, y empezó a golpearla en la cara hasta que le rompió nariz. Tras esto, le empezó a presionar la cavidad oral y le apretó con fuerza con el brazo sobre el cuello, sujetándola desde la espalda, hasta que la mató, estrangulándola.

A continuación, registró la vivienda y se llevó una cantidad indeterminada de dinero, un reloj y una pulsera. Acto seguido, arrastró el cuerpo de la víctima hasta su dormitorio y prendió fuego el colchón. Esparció el contenido de botellas de licor y abrió las espitas del gas para que el fuego se propagase más rápido.

El cuerpo de la víctima acabó carbonizado parcialmente y el colchón del todo, así como algo de ropa y el somier, pero no llegó a más por la falta de oxígeno al estar puertas y ventanas cerradas.

Por esto, la Fiscalía pide 40 años de cárcel (20 por el asesinato, cinco por el robo y 15 por el incendio) y una indemnización de 20.000 euros a cada uno de los dos hermanos de la víctima. Previsiblemente el juicio se extenderá hasta el miércoles.