Los jóvenes valencianos pierden oído 20 años antes que sus padres

Ir a la discoteca todas las semanas o los cascos sin esponja tienen la culpa. También se puede heredar la predisposición a la sordera
¿Aprender un segundo idioma se te hace cuesta arriba?, ¿tienes problemas para entender lo que te dicen cuando hay ruido de fondo? Responder que sí puede ser un indicio de hipoacusia o disminución de la agudeza auditiva.

Los valencianos que entran a la consulta del otorrino con esta sintomatología son cada vez más jóvenes. Lo comenta Jaime Marco, catedrático de esta especialidad en la Universitat de València y jefe del servicio de otorrinolaringología del Hospital Clínico, también de Valencia: «Los pacientes se han rejuvenecido 15 ó 20 años. Hace 20, tenían 55 y 65 años, ahora están entre 40 y 45».

Genes alterados

Los ruidos de más de 70 u 80 decibelios (la unidad con que se mide la intensidad) lesionan el oído. Ahora bien, no todas las lesiones son irreversibles, depende de la potencia, pero también del tiempo de exposición y de las características del lugar (cuanto más recogido, peor). Por ejemplo, un concierto de rock puede llegar a los 80 ó 100 decibelios y, al salir, uno puede tener problemillas para oír, pero con el tiempo se recupera. Sería una pérdida temporal.

En cambio, ir a la discoteca todos los fines de semana puede «pasar factura» de por vida, advierte el doctor.

Tampoco son recomendables los pequeños auriculares que se meten en el oído: «Llegan a los 90 y 100 decibelios y pueden causar lesiones –el reducido espacio que queda entre el casco y el conductor auditivo es una agravante–. Son irreversibles si uno se expone mucho», puntualiza Marco.

Este especialista aconseja usar los otros, los de toda la vida, «porque llevan esponja y protegen más».

La predisposición genética a la sordera es otro de los factores que este otorrino viene observando desde hace años: «Cuando una persona presenta una sordera importante, se le hace un estudio genético a ella y a sus familiares para averiguar la causa. Tenemos pacientes de toda la Comunidad», apostilla Marco.

El rumor del mar, la mayor pérdida

La mitad de los valencianos mayores de 50 años «afirman haber perdido capacidad auditiva», según una encuesta de la empresa Wídex Audífonos. Además, uno de cada dos percibe la pérdida como un problema «muy grave». Su sonido preferido, y el que más echarían de menos si se quedaran sordos, dicen, es el rumor del mar. Wídex Audífonos ha puesto en marcha una campaña de sensibilización que promueve el uso de este aparato y cuenta con el respaldo de Abel Antón. El corredor liderará el 25 de septiembre un equipo formado por usuarios de audífono que competirá en una maratón que se celebrará en Berlín.

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