El Consejo Europeo marca sus prioridades para el 'brexit': "Primero, los ciudadanos"

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
EFE/Domenic Aquilina
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

El Consejo Europeo ha hecho público el borrador de las directrices que guiarán la salida de Reino Unido de la UE, el brexit. El presidente Donald Tusk ha establecido en rueda de prensa las prioridades de los 27: la primera siguen siendo los "ciudadanos", ha insistido, cuyos derechos deben quedar garantizados durante el proceso. El documento se aprobará en una cumbre extraordinaria el 29 de abril.

La UE quiere negociar antes las condiciones del divorcio y después, cuando se hayan hecho los "progresos suficientes", comenzaría a esbozar con su intelocutor el tratado que regulará las relaciones comerciales y de otro tipo a partir de 2019. No habrá negociaciones bilaterales durante los próximos dos años ni se cerrarán apartados por separado, todo irá en un único bloque.

"Las dos partes tienen que permanecer cerca, como amigos, esto no es una guerra", ha dicho Joseph Muscat, primer ministro de Malta y presidente de turno de la UE. Tusk ha dicho que el desafío en este proceso es minimizar los trastornos que el brexit pueda causar en las personas y las empresas, llevar a cabo un "control de daños". Y ha insistido en que Reino Unido debe cumplir sus compromisos adquiridos con anterioridad.

Tusk ha añadido que los 27 no pretenden "castigar" a Reino Unido por querer abandonar la Unión, porque el brexit, ha afirmado, ya es un "castigo suficiente". Tras los ciudadanos -pide tras la retirada "garantías recíprocas, ejecutables y no discriminatorias"-, el presidente ha indicado que hay que resolver el "vacío jurídico" en el que quedarán las empresas dentro de dos años; por último, se ha referido a Irlanda del Norte.

Solo cuando estos cuatro puntos estén claros, se empezará a negociar un posible tratado comercial, ha dicho Tusk. Iniciar conversaciones "paralelas" sobre todos los temas a la vez, como quiere Reino Unido, es algo que "no va a pasar", ha advertido. También ha afirmado que mantener estrechas relaciones en los aspectos económico y de seguridad va en el interés de ambas partes.

Las directrices básicas

La UE, según el documento de nueve páginas que el Consejo Europeo ha hecho llegar a los 27 este viernes, quiere que Reino Unido permanezca como un "socio cercano" y que cualquier acuerdo que se firme se base en un equilibrio entre "derechos y obligaciones" y garantice la "igualdad de condiciones".

Por eso, advierte, los cuatro principios del mercado único -libre circulación de mercancías, trabajadores, capitales y servicios-, que Reino Unido pretende abandonar, han de permanecer "indivisibles": nada de quedarse con lo que a uno le interesa. Las negociaciones, añade el texto, se llevarán a cabo en bloque: no se cerrará nada por separado y no habrá conversaciones bilaterales entre los Estados miembros y el Reino Unido.

El Consejo reitera que durante la "primera fase" de las negociaciones se hablará sobre los derechos de los ciudadanos y los compromisos adquiridos de Reino Unido como miembro, que tendrá que liquidar convenientemente (se estima que la factura será de unos 60.000 millones); eso no quita para que se empiece a esbozar -con "debates preliminares"- un marco para las futuras relaciones, pero cuando se hayan dado "suficientes" progresos en lo primero.

Así, se podrán establecer, si la legislación lo permite, determinadas medidas "transitorias", que tendrán caducidad y que sirvan de "puente" hacia dicha relación futura. Según Muscat, estos periodos transitorios suponen que Reino Unido sería considerado como Estado miembro durante su duración y, por lo tanto, serían las instituciones europeas, incluido el Tribunal de Justicia de la UE, quienes controlarían el proceso.

El tratado comercial que se firme, teniendo en cuenta que no contará con las mismas ventajas de pertenecer al mercado común, debe ser "ambicioso" y tener un espectro amplio, "asegurar la igualdad de condiciones el términos de competencia y ayudas estatales" e incluir salvaguardias "contra las ventajas competitivas" injustas derivadas del dumping fiscal, social y medioambiental, dicen los 27.

La UE contempla, en todo caso, una relación más allá de la comercial con Reino Unido, que pasaría por colaborar a un alto nivel en la lucha contra el terrorismo y el crimen y la defensa y la seguridad. Por otro lado, el documento especifica que cuando los británicos dejen la Unión, no se aplicará ningún acuerdo a Gibraltar a menos que Reino Unido y España hayan llegado a un pacto previo.

Una "cooperación sincera"

El Consejo Europeo espera que Reino Unido cumpla sus obligaciones en los dos próximos años, ya que todos los tratados europeos se le seguirán aplicando hasta que el brexit sea efectivo. Lo mismo ocurre con sus derechos como Estado Miembro. De esta forma, dice el texto, confía en que mantenga una "cooperación sincera" y permanezca "leal" a los intereses de la UE.

Mientras Reino Unido siga dentro, la actividad de la Unión debe seguir avanzando tal y como estaba previsto, según el Consejo, y no debe recibir interferencias por parte de las negociaciones del brexit.

La UE dedica, asimismo, un apartado a recordar que hay procesos judiciales en curso en el Tribunal de Justicia de la UE que afectan a Reino Unido o a ciudadanos británicos y otros administrativos en la Comisión Europea y agencias europeas; todos deberían respetarse, explica. Y avisa de que tras la salida podrían iniciarse más procedimientos relativos a hechos que hayan tenido lugar antes del brexit.

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