Los pies se visten más frescos

Con los primeros calores el calzado se destapa. El retro da un nuevo aire romántico a los zapatos. Es el tiempo de las sandalias, las cuñas y las alpargatas
Dos jóvenes eligen los zapatos para el verano en la tienda Piecombola.
Dos jóvenes eligen los zapatos para el verano en la tienda Piecombola.
Jorge París
Dos jóvenes eligen los zapatos para el verano en la tienda Piecombola.
Tras varios meses ocultos en calzados cerrados, los pies se desnudan y reciben los primeros rayos de luz. Se acerca el verano y las sandalias pisan con fuerza. Pero no sólo ellas. Zapatos de salón semiabiertos, bailarinas, alpargatas y, sobre todo, cuñas se ponen en contacto con el asfalto. 
 
un zapato, una mujer
 
Sandalias: Un clásico del verano. Las hay de diferentes estilos, formas y colores, según el momento de la jornada. Durante el día prima la comodidad. Se llevan planas y en tonos vivos. Por la noche recuperan el glamour de los años dorados de Hollywood. Se anudan en el tobillo, usan tacones de vértigo y tiras muy finas en tonos metálicos. También incluyen algún que otro detalle de fantasía, como puntos de bisutería.     
 
Thongs: Son las sandalias que se sujetan en el dedo gordo del pie como las hawaianas que, made in Brasil, causaron furor el año pasado. Ahora se sofistican y se les añade una ligera plataforma. Los tonos verdes, rosados y cobres son los más vistosos.
 
Cuñas: La novedad de la temporada. Recuperan el estilo Capri, que en ropa tiene su máxima expresión en los pantalones pirata. A pesar de su altura son bastante cómodas de llevar porque sujetan el pie. La suela puede estar elaborada en corcho –muy ligeras– o en madera, forradas en piel...   
 
Alpargatas: Los pies también se impregnan del espíritu ibicenco, y el esparto gana terreno. Anudadas con cintas hasta media pierna, las hay en todos los tonos posibles.
 
Salones: Para las más clásicas. La punta redonda desbanca la puntera afilada. Azules o naranjas, algunas se permiten la licencia de dejar el dedo gordo al descubierto. Las más atrevidas, pueden incrustar en el puente del pie una gran flor del mismo tono.
 
Próxima entrega...
 
7. Parques temáticos
 
Un poco de historia del calzado
 
Los orígenes de los zapatos se remontan al año 10.000 a. C. Entre los utensilios localizados en las cuevas hay herramientas que servían para pulir el cuero. En las cámaras egipcias también hay pinturas que describen el proceso de fabricación de zapatos. Ya en nuestros días hay sandalias que reciben nombres históricos como las Julio César, que se atan con cintas por encima del tobillo.
 
Un zapato para cada hora del día
 
Por la mañana... ¡viva la comodidad!
 
Las alpargatas mantienen su esencia romántica pero se han modernizado. Si te decides por ellas, evita ponértelas un día de lluvia. Al contacto con el agua, el esparto se deshace. Las puedes combinar con una falda con mucho vuelo o un vestido blanco ibicenco. Más sport son las thongs. Al ser de plástico, resultan muy cómodas para ir a la playa o la piscina.
 
Por la tarde algo más elegante
 
Los tonos verdes y naranjas son los dueños de la temporada. Con ambos colores, Hispanitas propone estos modelos. El primero es un zapato de salón con la punta abierta y una llamativa flor. En el segundo apuestan por la cuña, uno de los tacones de esta temporada. 
 
Por la noche extremadas y glamourosas
 
Entre el glamour de Hollywood y el barroco de los años ochenta. La noche se viste de fiesta con tonos metálicos y tacones muy altos, casi de vértigo. Son el complemento ideal si vistes un top y unos vaqueros.  
 
Clásicos... de siempre
 
Para ir a la playa o la piscina, para pasear una tarde de domingo... Son las abarcas, sandalias rústicas que antiguamente calzaba la gente de campo cuando iba trabajar. La sencillez de su diseño las ha convertido en un calzado indispensable para soportar los calores veraniegos.
 
Algunos Consejos...
 
Bien encajados y de tu talla: A la hora de comprar unos zapatos asegúrate que son de tu número. Si tuvieras un pie más grande que el otro adquiere la talla que se ajusta al más largo. En el que te quede holgado ponte una plantilla. Así no te resbalará el pie.
 
Camina antes un poco: En la tienda pruébate los dos zapatos y anda un poco. De esta manera comprobarás si son cómodos y flexibles.
 
Si te rozan: Aplica un poco de crema hidratante, por ejemplo body milk, en la parte interior del zapato.
 
Pies sujetos: Si vas a caminar por lugares que no son planos, olvídate de los tacones. Intenta que el pie vaya sujeto. Evitarás lesiones.
 
Mucho ojo con los tacones: Son bonitos, sensuales, elegantes y estilizan las piernas pero pueden hacer daño en los pies y en la espalda. Los especialistas recomiendan que su altura no supere los cinco centímetros. 
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