La OTAN admite parte de responsabilidad en el caso del Yak-42

En respuesta a una pregunta remitida por el Ministerio de Defensa, Namsa, la agencia de la OTAN que gestionó los contratos del Yak-42 (el avión que se estrelló en Turquía en mayo de 2003, causando la muerte de 62 militares españoles), reconoció ayer responsabilidades propias en la cadena de subcontrataciones de la aeronave, «por desconocer los incumplimientos» de Chapman Freeborn, una de las compañías a las que se arrendó el vuelo.
Namsa no asumió, no obstante, el pago de la indemnización de 4 millones de euros por el incumplimiento de su deber de supervisión y control que le reclama Defensa, por lo que el Ministerio anunció que «seguirá manteniendo con firmeza sus reclamaciones».
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