David Muñoz: "Tengo claro que esta profesión significa hacer feliz a un tercero"

  • Apenas un año después del estreno de la primera parte de 'El Xef,' la acción de este documental se traslada ahora de Madrid a Londres.
  • David Muñoz se deja seguir por una cámara y por uno de sus retos más difíciles: poner en pie su restaurante en la capital londinense.
Una imagen del chef David Muñoz.
Una imagen del chef David Muñoz.
CUATRO
Una imagen del chef David Muñoz.

Apenas un año después del estreno de El Xef, ahora la acción de este documental centrado en el cocinero David Muñoz y su equipo se traslada desde Madrid hasta Londres, epicentro de la nueva odisea del chef: la apertura del su restaurante StreetXO en Londres. Las dificultades que han pasado hasta ponerlo en marcha, grabadas y editadas por la productora Zanskar, llegan a Cuatro este domingo a las 21.30 h.

¿Qué vamos a ver en la segunda temporada de El Xef?

Cogemos como eje principal la locura que supone abrir un restaurante de cero en pleno centro de Londres, desde que está el local en ruinas hasta el primer día que abre y damos el pistoletazo de salida. Y al rededor ocurren muchas otras cosas en nuestro día a día, que también las vamos a contar. Todo muy arrollador y trepidante, como somos en el mundo XO. Es incluso más trepidante que en la primera temporada. En paralelo a ese eje se va a ver mucho proceso creativo, mucho proceso de innovación y todos los otros proyectos que acometemos.

Le hemos visto en las promos con una estética muy Jocker y de Escuadrón Suicida...

La idea partió de los creativos de Mediaset, pero cuando me la contaron a mí me gustó mucho, porque la inspiración del Escuadrón Suicida, de una forma onírica podía tener una conexión con lo que estábamos haciendo en esta segunda temporada. El Escuadrón Suicida es un grupo de gente que lucha contra lo establecido y la apertura de Londres ha sido un proyecto muy complicado, con dificultades y riesgo. Ese concepto de mi equipo y yo, persiguiendo un proyecto y luchando contra todo en una ciudad ajena, encajaba con la estética.

¿Qué le dijo la gente de su equipo sobre lo de disfrazarse?

La gente que lleva más años trabajando conmigo en el grupo XO están igual de locos que yo, son gente muy volcada en el proyecto, gente joven con ganas de comerse el mundo y gente genial, así que lo llevaron muy bien. Le preguntamos si les apetecía hacerlo y el 100% dijeron que sí.

No tienen miedo escénico entonces...

Nosotros no nos dedicamos a hacer televisión, así que El Xef tenía que ser algo divertido en nuestro día a día. Y así ha sido el planteamiento, tanto en el documental como en la promoción.

¿Por qué esa obsesión con Londres?

No hay obsesión. Si hay dos ciudades especialmente brutales en el mundo para mi una es Nueva York y otra es Londres. Y Londres es una ciudad que te lo puede dar todo o quitártelo todo. Allí de cada 50 tíos que intentan salir a delante 48 se quedan por el camino y son fagocitados. Hemos hecho una inversión muy grande, con un concepto muy radical y muy diferente de todo lo que se había hecho en Londres. Si logras triunfar en Londres has triunfado en casi todo el mundo y eso te abre todas las puertas.

Lo conoce bien...

Londres es mi segunda casa, viví allí seis años y me encanta la ciudad, la cultura que tiene, multirracial y multicultural. Es una ciudad arrolladora, generadora de tendencias, importadora y exportadora de talentos... no había un lugar más complicado pero también más bonito para empezar la aventura fuera de España.

¿Es temprano para decir que lo han conseguido?

Es temprano para decir si hemos conseguido el objetivo. Hemos logrado la primera parte, que era que el restaurante desde el primer día funcione muy bien, que el feedback en el 95% sea espectacular, que la gente haya acogido el proyecto de una forma tan buena y que todo el mundo coincida en que es un proyecto absolutamente nuevo que nunca se había visto en Londres... hemos logrado construirlo, arrancarlo y rodarlo.

¿Y qué viene ahora?

Todavía queda mucho por hacer, yo no me conformo con nada y ésto no es más que la primera piedra. Ahora hay que asentarlo, hacerlo fuerte y mejorar muchas cosas que aún hacemos muy mal.

Habéis hecho obras en el local con todo tipo de problemas, las reformas son igual de infernales allí y aquí, ¿no?

Absolutamente. Creo que la propia palabra de reforma es inherente a los problemas que conlleva. Ha sido una pesadilla, no se me ocurre otra forma de catalogarlo, de casi tres años de duración. Ha habido problemas de toda índole, de construcción, estructural, de acometidas... y todo eso genera problemas de licencias y va generando un problema económico.

¿La carta se concibe igual para Londres que para Madrid?

No, podríamos haber hecho el corta y pega del Streetxo de Madrid, pero no. Hemos preferido hacerlo más complicado, con más trabajo, pero a la larga va a ser mejor. He preferido hacer la versión 2.0 del Streexo de Madrid y en la carta sólo coinciden tres platos. Pero tampoco he querido hacer un menú para los londinenses. Nuestro proyecto tenía las directrices bien definidas, tenía muy claro lo que quería hacer y aún así he tenido que aprender muchas cosas de la ciudad. A la vez, hay muchas cosas que estamos enseñando a la ciudad.

¿Se debe a su público?

Tengo claro que esta profesión significa hacer feliz a un tercero. Así que por mucho que a mí me gusten las cosas... lo quiero que a la gente le gusten. No me olvido de que estoy donde estoy porque a la gente le gusta mucho lo que hago y si un día le deja de gustar a la gente y sólo me gusta a mí, estaré muy feliz conmigo mismo pero dejaré de ser chef. Hay que ir cambiando en función de dónde estás y a quién le das de comer, sin perder eso algo único y diferente que tú aportas.

¿Y qué es eso único y diferente?

Es un concepto de platos para compartir, con una comida muy intensa, cosa a la que no están acostumbrados en Londres, y con muchas cosas que se comen con la mano, de la forma más salvaje, en un barrio tan top como es Mayfair.

¿Hay algún guiño a su cocina o a la nuestra?

A la nuestra constantemente, porque no lo puedo evitar. Streetxo no es un restaurante de cocina española, pero sí tiene acento español que ni podemos ni queremos obviar. Por ejemplo hacemos un suquet tailandés con carabineros que traemos de España y aunque el fondo sea tailandés tiene rasgos de un suquet de la costa brava. O unas croquetas que hacemos con un sashimi de atún, aunque las croquetas son de kimchi...

¿Ya se ha acostumbrado a tener siempre una cámara al lado?

No, yo no me dedico a hacer televisión. Lo fácil de El Xef es que la cámara es un espectador más dentro de todo lo que ocurre, como puede haber mucha otra gente trabajando a mi alredor. Y ya después de la primera temporada David Miralles, que es el director y el cámara que iba tras de mí estábamos ya hechos el uno al otro y él pasaba muy desapercibido y no notábamos su presencia.

¿Vamos a ver algo que le hubiera gustado quitar?

No. Lo bueno de El Xef es que es todo transparente y la edición es muy natural. Yo estoy muy contento de lo que hacemos, muy orgulloso del trabajo que se hace y de la gente que está a mi alrededor y creo que hay que mostrar que los casos de éxito muchas veces vienen vinculados a mucho esfuerzo, a mucho sacrificio, a mucha gestión de la presión y a muchas cosas que se nos olvida contar. Solemos ver sólo la parte bonita, pero que se vea la parte más farragosa de este éxito creo que está muy bien y es necesario. Y puede servir de inspiración para mucha gente, para que vean que se pueden perseguir los sueños y hacer grandes cosas, pero que no todo es un camino de rosas y que hay muchas cosas que son difíciles.

¿Os ha afectado el Brexit?

Si, claro, es un problema, hemos abierto en pleno Brexit, pero encontraremos las soluciones, estamos acostumbrados a usar el ingenio.

Viaja muchísimo... ¿qué tal la comida de los aviones?

Terrible... hay alguna compañía que se salva, pero muy pocas. La comida de avión ha sido durante años la asignatura pendiente. Hay verdaderas bazofias.

¿No se lleva un tupper?

No, intento no comer en el avión, si no comer antes y después.

¿Cómo lleva la presión de la prensa rosa?

No me afecta. Cuando trabajas 16 horas al día siete días a la semana, cinco días en Madrid y dos en Londres, al final estoy muy centrado en lo que hago y en mis objetivos y no siento más presión que la que ya tengo, que es muchísima. No le doy mayor importancia.

Le hemos visto con los vestidos de Nochevieja de Cristina Pedroche puestos, ¿teme cuál se pueda poner el año que viene?

No, me tomo las cosas con naturalidad y ya que trabajo tanto me gusta reírme y pasármelo bien.

BIO: Trabajó en Viridiana, Catamarán y Chantarella y, durante 6 años, en restaurantes especializados en comida asiática de Londres. Después creó DiverXO (tres estrellas Michelin) y StreetXO, un éxito que ahora quiere reproducir en Londres. Está casado con la presentadora Cristina Pedroche. La primera temporada de El Xef consiguió un 9,5% share y 1,9 millones de espectadores de media.

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