Nueva York se suma a la lucha contra las bolsas de plástico

  • El plan se centra en reducir el uso del plástico y ampliar el reciclaje.
  • Todavía tiene que ser aprobado por el Consejo Municipal.
  • En los últimos años se está actuando en este sentido en muchas ciudades.

Cada vez son más las ciudades que se suman a la iniciativa en todo el mundo para acabar con las bolsas de plástico en los comercios. Nueva York ha decidido ahora sumarse a este grupo con la puesta en marcha de un plan que pretende servir de modelo para otras ciudades.

La primera propuesta se ha dirigido a las grandes superficies, que han de participar en un programa de reciclaje y vender bolsas reutilizables.

Además, según el plan, unas 700 tiendas de alimentación y muchos otros negocios minoristas tendrían que recoger las bolsas usadas y poner en marcha un sistema para devolverlas a los fabricantes o a empresas de reciclaje.

Por favor, devuelva esta bolsa en un comercio adherido para su reciclaje
Por otra parte, las bolsas que se entreguen en las tiendas deberán llevar
impreso un anuncio invitando a los consumidores a devolver la bolsa en las tiendas que participan en el plan de reciclaje.

El concejal Peter Vallone considera que
la medida compagina perfectamente conciencia y comodidad. La propuesta tiene todavía que ser aprobada por el Consistorio neoyorquino
Todos contra el plástico

Ecologistas de todo el mundo se han pronunciado ya contra el uso masivo del plástico,
un material que no es biodegradable y que es capaz de contaminar aguas y suelos.

Desde el año 2002,
Irlanda ya lucha contra las bolsas de plástico, con un impuesto especial que ha logrado reducir su uso un 90%.

En
algunas regiones australianas su uso en los comercios está prohibido desde 2003.
San Francisco también se sumó a esta iniciativa hace tan sólo unos meses y
prohibió su uso en las grandes superficies.

En
Madrid, los propietarios de los puestos de frutas, verduras, carnes y pescados del
Mercado de La Cebada han comenzado a obsequiar a sus clientes con
bolsas de tela que, bajo el lema
Yo tampoco soy una bolsa de plástico, pretenden animar a los consumidores a sustituir las bolsas de plástico por estas últimas, "
reutilizables y mucho más ecológicas", según explica José Cuesta, verdulero.
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