Esta delegación de apertura se refiere concretamente a actividades económicas que se ubiquen en suelo urbano o rústico con la categoría de asentamiento rural y en donde se cumplan una serie de requisitos, entre ellos, que existan aceras y no se requiera el uso de la zona de dominio público ni el acceso rodado al interior del establecimiento.
Con esta medida, la corporación insular pretende seguir avanzando en la colaboración entre administraciones para que los ayuntamientos tengan más protagonismo en la gestión del día a día con sus ciudadanos. Actualmente, el Cabildo gestiona una media de 1.500 autorizaciones al año.
Los directores insulares de Fomento, Miguel Becerra, y de Carreteras, Ofelia Manjón, mantuvieron este martes una reunión con representantes de los ayuntamientos para explicarles esta medida, que tuvo muy buena acogida.
El pasado mes de diciembre, el Cabildo ya puso en marcha el proceso para delegar también en los ayuntamientos la solicitud de autorización para llevar a cabo obra menor (pintura, carpintería) en edificaciones, viviendas o fincas que linden con carreteras insulares.
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