Así lo ha indicado el Banco de Alimentos en una nota en la que ha detallado que cada vez es "más estrecha" la colaboración de esas cadenas, cuyos directivos y empleados "atienden al voluntariado facilitándoles el trabajo de captación, los lugares donde se ubican, la megafonía en su caso, el almacenaje e incluso en alguno centros hasta el transporte hasta las instalaciones del Banco en Campo de San Antón".

Además, el Banco de Alimentos ha afirmado que algunas grandes cadenas "rizan el rizo y aportan el doble de los recogido". Los voluntarios, de todas la edades y procedencias laborales, ofrecen a los clientes una bolsa de plástico al entrar donde depositar uno o varios kilos de alimentos no perecederos, y la mayoría a la salida, tras pasar por caja, lo entregan a estos voluntarios debidamente identificados.

Unas horas de voluntariado suelen suponer unos cientos de alimentos -leche, potitos, aceite o legumbres, entre otros- que a los pocos días son repartidos a los necesitados de Córdoba y provincia. Las operaciones kilo de los fines de semana "son una de las cuatro patas que sostienen la recogida de alimentos del Banco".