El alcalde de Salamanca y precandidato a presidir el PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha reconocido que tiene "coincidencias" con su contrincante, Antonio Silván, ya que ambos son alcaldes y procuradores en las Cortes, pero ha precisado que su "trayectoria" en el Partido Popular "es más amplia y dilatada" ya que entró en esta formación en su "más tierna juventud", cuando estaba presidida por Manuel Fraga, además de que ya pegaba carteles cuando el presidente regional era José María Aznar, y que ha

tenido responsabilidades en este partido desde la etapa de Juan José Lucas, y ahora con Juan Vicente Herrera.

Así lo ha recordado Fernández Mañueco en una entrevista concedida a Europa Press donde ha reconocido que ha hecho "de todo" en el PP en Salamanca pero también en el de Castilla y León, desde pegar carteles, organizar mítines, ser interventor y apoderado hasta asumir responsabilidades como la de ser el actual secretario regional.

Fernández Mañueco decidió presentar su precandidatura para presidir el PP en la Comunidad en el momento en el que Juan Vicente Herrera les comunicó tanto a él como a Silván que no se presentaría a la reelección, una decisión que el salmantino "consultó y comentó" con la Dirección Nacional del partido, con el propio Herrera, con las direcciones provinciales, con amigos y con su familia.

Y desde entonces, ha asegurado que ha recibido "numerosas llamadas de hombres y mujeres" del PP, con cargos y sin ellos, lo que le ha dado "ánimos" para afrontar el proceso de primarias que por primera vez se celebrará en el Partido Popular de Castilla y León el próximo 17 de marzo. "Me ha sorprendido, para bien, muchas de las llamadas que he recibido de las nueve provincias de la Comunidad, más de las que yo esperaba", ha aseverado Alfonso Fernández Mañueco, quien ha precisado que sigue recibiendo llamadas "de apoyo y ánimo".

HIZO "TODO" LO QUE ESTÁ EN SU "MANO" PARA UNA CANDIDATURA ÚNICA

Por otro lado, y ante la imposibilidad de que se haya presentado una única candidatura, Fernández Mañueco ha aseverado que hizo "todo" lo que estaba en su "mano" y que entendía que por su "trayectoria" y siendo el secretario regional del PP "era el momento" de que él asumiera la "responsabilidad de afrontar el futuro" en el PP para tener más y mejor partido", para buscar una "coordinación" que permita a esta formación "estar perfectamente engrasado con la Dirección Nacional y con las direcciones provinciales" y para que haya "un equilibrio entre las instituciones y los afiliados de base", como así se lo explicó y ofreció a Silván.

Finalmente se ha llegado a un proceso de primarias en el que se medirán las fuerzas Alfonso Fernández Mañueco y Antonio Silván y "en el que los hombres y mujeres de las nueve provincias tendrán que decidir" y pronunciarse para elegir al próximo responsable "de la mayor organización política" de Castilla y León.

Un proceso que Alfonso Fernández Mañueco afronta con "humildad" y con el aval tanto de su familia como de su "familia política" de Salamanca, así como con el de los alcaldes que le conocen y con el de los afiliados de las nueves provincias porque, según sus propias palabras, "serán ellos los que tengan la última palabra".

Sobre las diferencias que hay entre él y su rival, Alfonso Fernández Mañueco ha declinado hablar de lo que le diferencia con Silvan y ha preferido hablar de lo que es él, y así ha recordado que en su casa "se ha vivido la política como vocación de servicio a la gente" además de ser una actividad "noble, honesta, honrada, que requiere dedicación, esfuerzo e inteligencia", al tiempo que ha recordado que lleva afiliado al PP desde los 18 años.

Por ello, ha subrayado que durante todo estos años ha hablado con "miles y miles de hombres y mujeres, con y sin responsabilidad" dentro del PP y ha compartido con ellos éxitos y alegrías, pero también fracasos y momentos duros, como cuando se ha perdido a algún compañero, por lo que todos ellos saben que siempre ha estado "con la gente" y lo que les puede "aportar".

Sobre su posible designación como candidato a la Presidencia de la Junta, si se hace con las riendas del PP en la Comunidad, Fernández Mañueco se ha limitado a recordar que aún falta más de un año para designar al futuro candidato a las elecciones de 2019 pero se ha mostrado convencido de que el PP "sin duda" será capaz de recuperar esos más de 200.000 votos que ha perdido en la Comunidad en las últimas citas electorales y para ello ha insistido en lograrlo "con un proyecto, con más y mejor participación, con más cercanía a la sociedad y saliendo de los despachos".

"Sin duda, gran parte de esos 200.000 votos se podrán recuperar", ha sentenciado el alcalde de Salamanca, quien con "muchísima humildad y modestia" ha pedido "la confianza" a quienes tienen la voz y forman parte del PP en todas las provincias para poder ganar, ya que espera poder hacerse con las riendas del PP para aplicar "toda la fuerza e ilusión que siente" y para poner en práctica "nuevas soluciones y nuevas recetas sobre la base de lo ya construido".

La primera decisión que adoptará si gana el proceso de primarias y obtiene el respaldo del Congreso regional, que se celebrará el próximo día 1 de abril, será convocar al Comité Ejecutivo Regional "para diseñar la estrategia" que el partido seguirá en los meses próximos y en los congresos provinciales que seguirán al autonómico, y aunque cree que no toca hablar de equipo reconoce que tiene algunos nombres en la cabeza.

Alfonso Fernández Mañueco ha definido a Antonio Silván como un hombre "noble y bondadoso", los mismos calificativos que le definen a él, quien ha querido insistir "en un matiz", y es su experiencia tanto en el PP de Salamanca como en el PP de Castilla y León.

Por último, al secretario regional del PP y alcalde de Salamanca le gustaría que al actual presidente regional del PP, Juan Vicente Herrera, se le recordase como él mismo quiere que se le recuerde, "como un paisano" de esta tierra. A él, a este licencidado en Derecho y padre de dos hijas, le gustaría que le recordasen con las mismas palabras que su madre pronunció cuando falleció su padre: "ha muerto un hombre justo".