Estas acciones se han llevado a cabo durante cinco meses dentro de la citada iniciativa, que desarrolla SEO/BirdLife. En total, han sido nueve campos de trabajo con la participación de 72 personas procedentes de seis países y de once comunidades autónomas, que han realizado plantaciones en bordes de caminos o linderos con el fin de recuperar y restaurar la vegetación natural en los olivares que acogen trabajos demostrativos del proyecto.

"A nuestras azadas, picos y rastrillos, se ha unido el esfuerzo y el trabajo de más de setenta personas voluntarias. Con nuestro trabajo, hemos actuado en todos los olivares del proyecto en los que hemos plantado una gran variedad de especies leñosas como jaras, fresnos, aromáticas, encinas, madroños, zarzas y escobas entre otras muchas especies", ha explicado en una nota María Cano, técnica del proyecto Olivares Vivos.

Según ha añadido, pasará algo de tiempo hasta que adquieran el porte necesario para ofrecer refugio y comida a los habitantes del olivar, pero ha asegurado que están "más que satisfechos". Las labores de plantación han ido creando vida a su paso y demostrando que son muchas las personas preocupadas por el campo y que son capaces de regalar su esfuerzo para devolverle la vida.

Además, ha destacado que, junto al trabajo, los 77 días de voluntariado han sido muy productivos. Así, los participantes han tenido la oportunidad de descubrir procesos hasta ese momento desconocidos para la mayoría de los voluntarios como la elaboración del aceite de oliva virgen extra.

"En SEO/BirdLife estamos orgullosos de que nuestros voluntarios evalúen el voluntariado con una nota media de 8,97 puntos sobre diez, algo que refleja que más allá del trabajo cumplido también se ha satisfecho todo lo demás, pues han sido muchos los buenos momentos vividos entre todos", ha manifestado Cano.

El principal objetivo del proyecto LIFE+ Olivares Vivos es rescatar biodiversidad en los olivares para incrementar su rentabilidad. Para conseguirlo, SEO/BirdLife junto a sus socios de la Universidad de Jaén (UJA), la Diputación jiennense y la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC), diseñarán en los próximos años un modelo de olivicultura que recuperar la rica biodiversidad del olivar.

Igualmente, el proyecto creará mecanismos de certificación que avalen este valor añadido en sus aceites de oliva y establecerá la mejor estrategia para transformar dicho valor en rentabilidad a partir de la marca de garantía Olivares Vivos.

Con un presupuesto total de 2,8 millones de euros cofinanciados por la Comisión Europea y los socios del proyecto, Olivares Vivos forma parte del programa europeo LIFE+ y cuenta, además, con el apoyo de la Interprofesional del Aceite de Oliva y la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero.