El SEAT 600, el coche que motorizó España

El SEAT 600 fue el coche que motorizó España. Corría el año 1957 y las primerias unidades de un pequeño automóvil comenzaban a ver la luz. Estamos en mayo, en la Zona Franca de Barcelona, y la historia de uno de los vehículos más importantes de la historia de la automoción en España no ha hecho más que nacer: los primeros SEAT 600 empezaban a rodar.

El 600 revolucionó la situación automovilística del país. España se estaba motorizando y el “pelotilla” fue el coche con el que muchas mujeres empezaran a conducir y en el que sus hijos y sus nietos se iniciaron después en el mundo del motor y todo ello, gracias, en parte, a su precio asequible.

En aquellos tiempos, en nuestro país el mercado automovilístico se reducía a poco más de tres modelos: el SEAT 1400, que costaba 140.000 pesetas , el Renault 4/4, que salía por 73.500 pesetas, y el inalcanzable deportivo Pegaso Z-102, disponible a partir de 330.000 pesetas. En este panorama nació el 600, el utilitario más barato del mercado, el más accesible para el usuario español, con un precio de 65.000 pesetas.

Tan popular y tan importante fue el “Garbancito” para la historia de nuestro país que el escritor Manuel Vázquez Montalbán aseguró en algún momento que “el día que los españoles se subieron al 600 empezaron a alejarse de su pasado e iniciaron una excursión de fin de semana de la que aún no han vuelto”. Muchas fueron las personalidades de todos los ámbitos que tuvieron un 600: el escritor Álvaro Pombo, el piloto de motociclismo Ángel Nieto, el humorista Ignacio Salas, el periodista José María Íñigo o la actriz Marisa Medina, por citar sólo algunos ejemplos.

Sobre todo, sencillo

El 600 era un coche muy sencillo. El modelo original diseñado por el ingeniero Dante Giacosa era un cuatro plazas que pesaba 450 kilogramos (200 kg de mecánica y 250 kg más para la carrocería) y alcanzaba, según los datos de la época, una velocidad no inferior a 85 km/h. El que se montó en la planta catalana de Zona Franca tenía un motor con 570 centímetros cúbicos y anunciaba una potencia de 16 caballos (para hacernos una idea, durante el pasado mes de septiembre, los coches vendidos en España tenían una media de 116 CV de potencia). El peso del primer “Seílla” español era de 515 kg y su velocidad máxima prevista era de 88 km/h.

El ingeniero responsable del coche aseguró en sus memorias que “la simplicidad es sinónimo de fiabilidad”. Prueba de ello, lo que hizo con su 600 un agricultor de Huesca. José Lacambra convirtió su “pelotilla” en un tractor, eso sí, antes había recorrido con él nada más y nada menos que ¡100.000 km!

¿Sabías que...

…Si se pudieran poner en fila india las casi 800.000 unidades que se construyeron del 600, serían suficientes para cubrir la distancia que hay entre Madrid y el Mar Báltico?

…el 600 ha sido tan importante en España como lo fue el Volkswagen Escarabajo en Alemania, el Mini en Gran Bretaña o el 2CV en Francia?

…el 600 debe su nombre al peso resultante del coche (590 kg) y a la cilindrada del motor (633 centímetros cúbicos)?