No pudo ser más representativa la visita del presidente del Gobierno a las obras de AVE: mientras paseaba por la zona se descubrió un nuevo socavón, esta vez de unos dos metros de largo.

Zapatero se presentó ayer sin previo aviso en la estación de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat, para ver de primera mano los efectos del hundimiento parcial de la zona por culpa de otro socavón que apareció el pasado viernes a la altura de la avenida América.

En declaraciones a los periodistas, el presidente aseguró que mantiene su confianza plena en la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a pesar de que varios grupos parlamentarios, incluyendo a Esquerra Republicana de Catalunya, socia del Partido Socialista en la Generalitat catalana, hayan pedido su dimisión.

Además, el presidente dijo que asumía toda la responsabilidad por los problemas surgidos ya que se trata de una obra «encargada y realizada» por el Ejecutivo. Estas palabras de Zapatero llegan  después de que se culpara inicialmente a OHL, la constructora encargada de este tramo de la obra,  por incumplir los plazos pactados y llevar a cabo su trabajo de una forma deficiente.

Desde el Ministerio de Fomento están estudiando que la estación principal del AVE se instale de forma temporal en El Prat en lugar de llevarla directamente a la estación de Sants, tal y como estaba proyectado en un principio.

En dos días, al Congreso

Zapatero comparecerá este miércoles a petición propia en el Congreso de los Diputados. Se espera que, además de explicar cómo avanzan las obras y por qué se han producido tantos problemas en su ejecución, pueda dar una nueva fecha de puesta en marcha del servicio, toda vez que la vicepresidenta sugirió que no sería el 21 de diciembre como el Ejecutivo prometió.

Diez agujeros en sólo quince días

Más de una decena de agujeros han ido apareciendo en el recorrido de las vías del tren de alta velocidad hacia la ciudad de Barcelona. Los últimos diez han aparecido en menos de quince días, siendo el más reciente el de ayer por la mañana. El pasado viernes tuvo lugar el más grave, cuando la tierra se tragó diez metros del andén de la estación de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat, donde ya se han producido varios incidentes de este tipo. Hace un par de semanas se abrieron dos agujeros más en un mismo día.