Queda poco más de un mes para el Domingo de Ramos y, además del fervor cofrade que bulle ya en prácticamente todos los rincones de Andalucía, también se ha puesto ya en marcha la operación para encontrar una silla en la Carrera Oficial (recorrido que obligatoriamente tienen que realizar todas las cofradías durante su estación de penitencia) que permita disfrutar de la Semana Santa de una forma más cómoda.

No es tarea fácil y, en muchos casos, ni siquiera es legal. Pero aun así, no faltan quienes intentan por todos los medios conseguir un asiento y quienes hacen lo propio para sacarle un beneficio económico a los que han podido adquirir.

Para comprobarlo no hay más que echar un vistazo a algunas conocidas páginas de anuncios de internet donde, por ejemplo, se ofrece un palco en la plaza de San Francisco de Sevilla por 350 euros; o cuatro sillas en la Campana a 150 euros por asiento solo para la madrugada. En Málaga, hay sillas a 75 o 90 euros cada asiento para toda la semana en la zona de la Alameda. Y en Granada, palcos con seis sillas junto a la Catedral por 300 euros.

La reventa de sillas es un secreto a voces y los organismos encargados de gestionarlas lo saben e intentan luchar contra este mercado negro de asientos. El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, por ejemplo, lleva cuatro años contratando a un detective privado para identificar a los abonados que revenden sus sillas y, en este tiempo, ha logrado intervenir cerca de 150 abonos.

Cuentan con el apoyo de la Policía Local de la capital hispalense, que el año pasado desmanteló una red dedicada al tráfico de sillas en la Carrera Oficial, que se saldó con la detención de dos personas y la retirada de 15 abonos.

En Sevilla, que cuenta con unas 34.000 sillas en su Carrera Oficial, es el Consejo General de Hermandades y Cofradías quien cede las sillas mediante el sistema de abono con derecho de adjudicación preferente de años anteriores o mediante el sistema de cesión de abonos temporales. Las cesiones con ánimo de lucro están prohibidas. Y, en teoría, si un abonado renuncia a su silla esta queda a disposición del Consejo.

Los precios de las sillas oscilan entre los 70,27 euros de las ubicadas en la plaza Virgen de los Reyes hasta los 153,72 euros de la zona 1 de la Campana. El precio en Sierpes es de 121,80 euros; y en la Avenida, entre 98,25 y 125,24 euros. El coste de los palcos se dispara en comparación a las sillas. Los más baratos cuestan 581,71 euros y los más caros, 789,55 euros.

El Consejo ha recibido este año 7.109 solicitudes para nuevos abonos de sillas y palcos, a una media de tres sillas por solicitud. Es decir, que hay peticiones para la instalación de 21.327 sillas nuevas. Sin embargo, solamente 192 sillas se han quedado sin renovar este año (20 más que el pasado), por lo que la lista de espera, de nuevo, volverá a ser prácticamente imposible.

Los precios en Málaga, en el caso de los palcos, oscilan entre los 451 y los 564,50 euros. Mientras que las sillas se pueden obtener desde los 37 euros en una sexta fila de la Alameda hasta los 111,50 euros de la primera fila en la tribuna central. En este caso, es la Agrupación de Cofradías Semana Santa de Málaga la encargada de gestionar los asientos, así como un posible cambio de titularidad.

En el caso de Córdoba, la Agrupación de Hermandades y Cofradías acaba de abrir los plazos para los abonos de palcos y sillas, que este año han incrementado los precios. Los abonados a los palcos, siempre por orden de antigüedad, pueden solicitar la ubicación para la próxima Semana Santa desde el 2 de marzo. Costarán entre 300 euros (en el entorno de la Mezquita-Catedral) y los 350 euros (en el Patio de los Naranjos). Las sillas podrán pedirse a partir desde el 14 hasta el 20 de marzo, a razón de 60 euros por silla. La Carrera Oficial estará formada por 336 palcos y unas 2.000 sillas.

Mientras, la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada organiza las sillas y los palcos durante la Semana Grande de esta ciudad, y gestiona la lista de espera una vez que se han cerrado, como es ya el caso, los plazos de solicitud.