Todo ello gracias a un nuevo teclado que deja pasar el aire por debajo y evita que los líquidos mojen el interior del sistema.
Esta técnica permite que sean "resistentes al agua" y podría suponer un excelente adelanto para los fabricantes de portátiles, que buscan nuevas fórmulas de refrigeración.
Hasta ahora, los portátiles sitúan sus entradas de aire en el lado inferior y los ventiladores utilizan ese aire que entra para refrigerar el sistema.
Sin embargo, muchos usuarios trabajan con el portátil en las rodillas lo que hace que el microprocesador se caliente y estropee el ventilador.
Intel no ha dado muchos más detalles sobre la nueva tecnología, aunque podría estar lista el próximo año.
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