Como ya es costumbre en Hollywood, varios de los actores presentes en la gala de la 89 edición de los Oscar aprovecharon para criticar las actuaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Junto a los diseños de alta costura de actores y actrices, una tendencia destacó en la alfombra roja: la del lazo azul en apoyo a la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), el grupo defensor de los derechos civiles más importante de EE UU, en una protesta silenciosa contra el presidente.

Entre quienes lucieron los lazos azules estuvo la modelo Karlie Kloss, cuñada de Ivanka Trump, hija del polémico presidente de EE UU. También Ruth Negga, candidata como mejor actriz por Loving.

Por su parte, el puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, nominado a la mejor canción original por How Far I'll Go (de la cinta Vaiana), explicó que escogió llevar el lazo azul por su "importante lucha en defensa de los ideales americanos, que están siendo atacados".

Esos ribetes forman parte de Stand With ACLU (apoya a ACLU), una iniciativa lanzada por la organización, que no ha dudado en contactar con todos los principales nominados en la ceremonia de esta noche, según informa la revista especializada The Hollywood Reporter.

A finales de enero, una jueza federal de EE UU bloqueó parte del polémico veto de viaje temporal a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista impuesto por Trump. En una vista de emergencia, la magistrada respondió a una demanda interpuesta por ACLU contra la orden ejecutiva firmada por Trump este viernes, cuya constitucionalidad puso en duda.

ACLU ya ha desempeñado un papel relevante en la temporada de premios en Hollywood, como cuando la intérprete Sarah Paulson animó a los presentes en la gala del Sindicato de Actores de EE UU a donar dinero a la organización.

Pero además, los actores Viggo Mortensen y Lin-Manuel Miranda mandaron, a viva voz, su mensaje a Trump y criticaron las actuaciones del presidente de Estados Unidos. "La Casa Blanca solía tener durante muchos años un sitio web en español, uno de sus idiomas oficiales, y cuando Trump y su pandilla llegaron lo eliminaron", afirmó Mortensen, candidato como mejor actor por Captain Fantastic, al ser preguntado por la diversidad en el séptimo arte y en la población estadounidense.

"No sé si dan cuenta de que hay más de 50 millones de ciudadanos en este país que no solo hablan ese idioma, sino que es su lengua principal. Es una vergüenza", agregó.

Sobre la escasa presencia de talento latino en los Oscar este año, Lin-Manuel Miranda señaló: "Siempre es mejor cuando las películas reflejan nuestra sociedad".

"Somos un país muy diverso donde los latinos se convertirán en el 25% de la población en unos años, así que espero que Hollywood nos represente como debe. Tenemos grandes directores latinos y siempre estaremos dando guerra", apuntó.

En esa línea fue el discurso de Gael García Bernal (Mozart in the jungle) en la ceremonia de los Oscar. "Como mexicano, como latinoamericano, como ser humano me opongo a cualquier forma de muralla", aseguró. "Estoy en contra de cualquier barrera que nos separe de nuestros hermanos".

El maestro de ceremonias, Jimmy Kimmel, dedicó varios comentarios al magnate republicano a lo largo de sus monólogos, especialmente en el de apertura. "Nos están viendo millones de estadounidenses y en más de 225 países que ahora nos odian". "Si cada uno dedicara un minuto a hablar con alguien con quien no está de acuerdo, haría Estados Unidos grande de nuevo", exclamó en clara referencia al eslogan de la campaña electoral de Donald Trump.

Pero el trumpómetro alcanzó su máximo histórico con la gran ovación a la "sobrevalorada" Meryl Streep, blanco de las críticas de Trump después de que en la gala de los Globos de Oro la intérprete utilizara su discurso para mostrar su desacuerdo con las políticas migratorias del actual gobierno. "Un aplauso inmerecido para esta actriz sobrevalorada", exclamó entonces Kimmel.