Piden entregar a España al asesino múltiple belga sospechoso del crimen de un anciano en Cala Rajá

  • El abogado de la familia de Tomás M.L., el hombre de avanzada edad cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en noviembre de 2011 en Cala Rajá, en Almería, ha solicitado al Juzgado de Instrucción 5 que pida a las autoridades belgas la entrega temporal de Etienne D. después de que los informes resultado de las comisiones rogatorias remitidas a las autoridades judiciales de Francia y de Bélgica hayan atestiguado que este asesino múltiple belga estuvo en Almería en las fechas en las que se cometió el crimen.

El escrito elevado al juez instructor de la causa por el letrado José Ramón Cantalejo, consultado por Europa Press, califica de "razonable e imprescindible" la solicitud para que Etienne D., quien cumple condena a cadena perpetua en Bélgica por un doble homicidio, pueda ser interrogado en el marco de la causa abierta por la muerte violenta de Tomás M.L. y "se pueda, por tanto, ejercer acusación contra él".

El abogado detalla que los informes de las distintas instancias judiciales de Francia y Bélgica, así como de la propia Policía Judicial de la Guardia Civil, señalan que el principal sospechoso, cuyo ADN fue encontrado en el volante del vehículo robado de la víctima, estuvo en España y, "más concretamente, en Almería" en las fechas en las que Tomás M.L. fue "vilmente asesinado".

Así, además de aparecer su rastro biológico en el turismo, que pudo ser localizado en La Junquera (Girona), probarían su estancia en Almería "el uso de una tarjeta de crédito robada a una ciudadana francesa" y el envío de "diversos mensajes telefónicos desde esta ciudad".

Cantalejo remarca, en esta línea, que el propio Etienne D. reconoció su estancia en España ante el tribunal penal de Drome (Francia), según notificación de la Fiscal General de Grenoble, por lo que apela a la Ley de 19 de diciembre de 2003 relativa a las órdenes de detención europea y el Art 22 de la decisión marco del Consejo de la UE de 13 de junio de 2002 de la orden de detención europea y a los procedimientos de entrega entre estados miembros para solicitar que se le ponga a disposición del Juzgado de Instrucción 5.

Etienne D. está condenado en 2014 por la justicia belga a cadena perpetua por un doble asesinato que cometió el 2 de diciembre de 2011, poco después de matar presuntamente al ciudadano español, en una pequeña localidad del país, donde quitó la vida a una pareja de avanzada edad, propietaria también de una casa rural.

Por otro lado, la justicia francesa le imputa el asesinato, en octubre de 2011, de otra mujer de avanzada edad, también propietaria de una casa rural cuyo cadáver apareció en el interior de su domicilio "con signos evidentes de haber sido estrangulada".

En mayo de 2016, el juez instructor declaró compleja la causa y alargó 18 meses a la instrucción al exigir esta "la realización de pericias o de colaboraciones recabadas por el órgano judicial" que implican el examen de "abundante documentación o de complicados análisis". Inicialmente, la muerte de Tomás M.L., quien tenía 76 años, fue declarada accidental.

RESTOS BIOLÓGICOS EN UN COCHE, CLAVES EN EL ESCLARECIMIENTO

La Guardia Civil logró esclarecer el crimen gracias a lo restos biológicos que en su día recopiló Criminalística del volante del turismo de la víctima, que fue encontrado semanas después del crimen por agentes de la Policía Nacional estacionado en una explanada de La Junquera (Girona), y que fueron claves para dar con el presunto homicida tras cuatro años de investigación.

Así, el informe elaborado por el Servicio de Biología en Madrid que señalaba que el perfil genético extraído mediante hisopos de los restos biológicos hallados en el volante coincidió "plenamente" con el perfil genético de Etienne D., de 44 años, lo que permitió al juzgado instructor reabrir las diligencias previas y reactivar el caso para resolver el homicidio.

El cuerpo sin vida del anciano fue encontrado a las 13,10 horas del 16 de noviembre de 2011 entre unas rocas de la conocida como Cala Rajá, en el parque natural de Cabo de Gata, en Níjar. Si bien en un principio se especuló con que el fallecimiento podría haber sido accidental, la autopsia reveló finalmente que había sido una muerte de carácter violento "a consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza" con una piedra "que le ocasionó la fractura del cráneo". Determinó en esta línea que había sido víctima de una agresión que se perpetró de "forma sorpresiva" y "por la espalda".

La investigación iniciada entonces por la Guardia Civil desveló que Tomás M.L. había salido de su casa muy temprano y que en la cafetería donde desayunó refirió que iba a ir a pescar esa misma mañana. Los agentes que hallaron su cadáver no encontraron en la zona el vehículo con el que se desplazó hasta la playa y que supuestamente le robó el autor del crimen.

El turismo fue localizado el 10 de diciembre de ese mismo año por la Policía Nacional. Estaba estacionado en una explanada de La Junquera (Gerona) pero los agentes de la Guardia Civil que se desplazaron hasta la localidad catalana obtuvieron entonces resultados negativos a la hora de ubicar a sus posibles ocupantes.

CRONOLOGÍA CRIMINAL DEL PRESUNTO ASESINO

En el informe que dio lugar a la reactivación de las diligencias previas en abril de 2015, la Guardia Civil informó al juzgado de que las pesquisas habían logrado situar en Valencia al imputado un día después del hallazgo del cuerpo sin vida de Tomás M.L. Cala Rajá y en un pueblo de Huesca, el 25 de noviembre de 2011.

No obstante, para el total esclarecimiento de los hechos, señalaba como "fundamental" el conocer la ubicación del sospechoso en la provincia, durante toda su estancia y "fundamentalmente el 16 de noviembre de 2011" e interesaba que se dictase una comisión rogatoria a Francia.

La Guardia Civil indicaba que se solicitase al tribunal F-26 de Valence (Francia) datos en referencia a las pesquisas de la Brigada de la Gendarmería por la muerte violenta de una mujer de avanzada edad el 11 de octubre de 2011 y "todos los datos que constasen en ese procedimiento en relación a su estancia en España".

Por otro lado, la investigación de la Guardia Civil permitió establecer una cronología indiciaria de los crímenes que apunta a que el imputado "cometió el primer asesinato en Francia, sustrajo a la víctima las tarjetas bancarias y el coche, huyó a España, y de aquí, se marchó a Bélgica donde mató a otras dos personas y se entregó a las autoridades".

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