El portavoz de los trabajadores y secretario provincial de Servicios Públicos de UGT, José Porras, ha explicado a Europa Press que la plantilla se ha visto "obligada" a tomar esta medida de presión por la actitud "intransigente y sucia" de la empresa, que "se niega" ahora a desarrollar los puntos acordados en diciembre del pasado año para desconvocar la huelga prevista entonces.

Al respecto, ha abundado que la compañía ha incurrido en "una provocación" con su "negativa a respetar los acuerdos que teníamos". En su opinión, acudió al Sercla de este jueves a "hacer un paripé", pues sospechan que la empresa está "jugando sucio" y "utilizando a los trabajadores como ariete contra los ayuntamientos" y "presionarlos" así para que salden sus deudas, que la compañía asegura que asciende a "millones de euros".

Porras ha explicado que "ningún ayuntamiento" de los afectados ha atendido aún a la petición de mediación que lanzó la plantilla tras el Sercla de este jueves. A su juicio, los ayuntamientos "se tienen que implicar" en la solución, ya que van a ser ellos quienes "sufran las consecuencias" de una huelga a la que la empresa les ha "obligado" a ir.

Finalmente, y tras destacar que los trabajadores están dispuestos a "sentarse en cualquier momento", ha advertido de que "la basura se va a quedar en los pueblos mientras que la empresa está tranquilamente en Madrid", por lo que ha insistido en que "los ayuntamientos tienen que mover ficha para evitar la huelga".