Cuatro hombres que se aferran con todas sus fuerzas a los restos de un naufragio en mar abierto. Poco después, suenan disparos. Alguien ha asesinado a los cuatro hombres a sangre fría, uno a uno.

Von Hoesslin está dispuesto a resolver el caso y para eso tendrá que adentrarse en las oscuras aguas de los océanos sin ley, donde reina el tráfico de drogas y de personas, la pesca ilegal es habitual y la piratería está a la orden del día.

Esta producción se acerca al lado menos conocido de los océanos, que muchos comparan con el Salvaje Oeste ya que se ha convertido en un lugar sin ley que muchos delincuentes han sabido aprovechar.

Más allá de las aguas territoriales, los gobiernos tienen pocos incentivos para legislar en alta mar así que actualmente, muchas de esas aguas cristalinas se han convertido en el refugio perfecto para criminales que operan con total impunidad.