La investigación tuvo comienzo a primeros del mes de enero, cuando agentes del grupo de robos detectaron cómo diverso material relacionado con los terminales eléctricos pudiese tener un origen ilícito. A raíz de ahí y tras numerosas gestiones de investigación, localizaron una zona urbanizada pero no construida aledaña a la carretera de Trassierra en la que la instalación existente había desaparecido.

Los investigadores contactaron con la empresa encargada del mantenimiento e instalación del material y verificaron que efectivamente el material incautado por los agentes era el que se utiliza en las instalaciones referidas por lo que en un primer momento detuvieron a una persona como presunta autora de un delito contra el patrimonio.

No obstante, la investigación prosiguió su curso y gracias a ella se logró identificar a al menos seis personas supuestamente relacionadas con el material, que ha sido valorado en casi 3.000 euros, mientras que la empresa instaladora cifra los daños ocasionados por el desmantelamiento de la misma en más de 5.000.

Este pasado martes y gracias a un operativo establecido al efecto por parte de los agentes encargados de la investigación fueron detenidas estas seis personas, acusadas de la presunta comisión de sendos delitos contra el patrimonio.