Esta querella, a la que ha tenido acceso Europa Press, se realiza tras las diligencias de investigación penal llevadas a cabo en el ministerio público por unos hechos ocurridos en noviembre de 2016 en las cercanías de un polígono industrial de San Pedro Alcántara, en la localidad malagueña de Marbella.

En el escrito se señala que de la documentación aportada por el Seprona de la Guardia Civil al fiscal se desprende que los querellados -dos de nacionalidad portuguesa, uno brasileño y dos españoles- fueron sorprendidos "cuanto tenían en su poder un cargamento con 1.424 unidades de caballitos de mar".

En total, eran 7,1 kilos de esta especie, incluida en los listados de especies silvestres en régimen de protección especial y el cargamento incautado por los agentes de la Guardia Civil lo poseían los querellados, dice la acusación fiscal, "para su ilícita comercialización".

La Fiscalía de Medio Ambiente solicita que se admita a trámite la querella realizada y que el juzgado de Marbella al que le corresponda -competente en este caso por el lugar donde tuvo lugar la incautación-, inicie unas diligencias previas para investigar los hechos.

Así, se solicita que se tome declaración a las personas querelladas, librando comisión rogatoria en el caso de los que son de nacionalidad portuguesa; y que la Delegación de Medio Ambiente de la Junta haga un informe pericial sobre los ejemplares intervenidos, su grado de protección y de amenaza real.

En su momento, la Guardia Civil informó de que los detenidos no pudieron acreditar la procedencia o adquisición de los caballitos de mar disecados, que "pretendían vender por una cantidad cercana a los 10.000 euros", siendo "su destino final China, donde es muy utilizado en su medicina tradicional".