La Policía ha detenido a M. M. S., de 37 años, vecino de Armilla y responsable de una «conocida» -dice la nota policial- empresa granadina dedicada a la decoración y el interiorismo.
Está acusado de emplear a inmigrantes indocumentados, que no denunciaron por las amenazas de su patrón.
La que sí denunció fue una menor boliviana, que estuvo trabajando con él varios meses, pero sin cobrar. La empresa tenía diversas obras en la ciudad y el extrarradio, en las que empleaba a extranjeros -la mayoría sin papeles-, que no tenían ni contrato, ni vacaciones y algunos llevaban hasta cinco meses sin cobrar.
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