La cita tiene dos puntos fuertes: el primero, el escenario. La plaza Belluga, con la fachada de la catedral convenientemente iluminada, está convirtiéndose en un marco habitual para grandes conciertos. Este año no será una excepción y el público podrá empaparse de la magia de la música con la fachada, obra de Jaime Bort, de telón de fondo.

La segunda ventaja es el menú que ofrece la Sinfónica. Bajo la batuta del director titular, José Miguel Rodilla, la soprano Ana María Sánchez, que repite con la Orquesta y en Belluga, interpretará populares romanzas de zarzuela. Junto con ella, el tenor José Sempere.

Sánchez viene avalada por su reciente éxito en el montaje de la ópera Don Carlo, de Verdi, en el Teatro Real de Madrid, donde interpretaba el papel de la reina Isabel de Valois.

Propuesta convincente en el mejor escenario posible.

* Plaza Belluga, 22.00 h. Entrada gratis.