Miryam Gutiérrez es alicantina, tiene 27 años, y vive desde hace cuatro meses con su novio Óscar. Aunque ha conseguido independizarse, cada sábado su madre le lleva la compra a casa. «Si no fuera por ella comeríamos todos los días arroz y patatas», comenta jocosa. A Pablo Gisbert le ocurre algo parecido, va a comer todos los días a casa de sus padres para poder ahorrar. «Es más cómodo, pero sobre todo, mucho más económico», explica resignado.

Aunque la Comunitat es de las pocas autonomías en las que más de la mitad jóvenes ha logrado abandonar el hogar familiar, según el Observatorio Joven de Vivienda en España , volar del nido no implica, necesariamente, emanciparse. Muchos valencianos de 18 a 35 años, la mitad según Comisiones Obreras, necesitan la ayuda de sus padres para poder llegar a fin de mes.

En total, hay 630.964 que no viven con sus padres y sólo la mitad de ellos puede tirar para adelante por sí solos.

Según la secretaria de Juventud de Comisiones Obrera, Patricia Escudero, el precio de la vivienda y los bajos salarios provoca esta situación de desigualdad. Yaissel Sánchez, responsable de Juventud de Inmigración y de Mujer de UGT apunta a la subida del salario mínimo a 1.000 euros como solución para poder independizarse totalmente.

Compartir ‘parking’ y no especular

«La juventud sufre con mayor intensidad la discriminación y precariedad laboral. Se han de responsabilizar los gobiernos, los agentes económicos y los agentes sociales en la medida en que le corresponde a cada uno», según Patricia Escudero. Para hacer frente, el sindicato CC OO propone, a través de su campaña 100% Dignitat, potenciar las cooperativas de vivienda; hacer políticas de vivienda de protección social; políticas de alquiler más efectivas; crear parkings públicos de vivienda joven para compartir;aumentar la presión fiscal a aquellas personas con más de una vivienda y combatir y no potenciar la especulación.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE ALICANTE Y DE VALENCIA.