Casi en el centro de Pamplona se encuentran los Jardines de la Taconera. Una superficie de 90.000 metros cuadrados, de estilo romántico que sirven de nexo entre el Casco Viejo y los Ensanches de la ciudad. Estos jardines forman un espacio más de esparcimiento dentro de las variadas y numerosas zonas verdes de la capital navarra.

Alberga varias esculturas como la de la diosa Mariblanca, o la del famoso tenor navarro Julián Gayarre . También el músico Hilarión Eslava , de quien se celebran ahora los 200 años de su nacimiento, tiene su estatua en reconocimiento de la ciudad.

Otro monumento, de más antigüedad es el Portal de San Nicolás (1.666) que recuerda que en ese lugar estaba una de las entradas a la ciudad amurallada. Por no hablar de los arcos góticos en recuerdo del Rey de Navarra Teobaldo II de Champagna.

Sin duda lo más llamativo de estos jardines se encuentra en los restos de las antiguas murallas de la ciudad y sus fosos. En esos fosos se encuentran ciervos, patos, gamos, ocas, cisnes, faisanes y pavos reales entre pequeños lagos en lo que constituye un minizoo en el centro de Pamplona.

En Navidad el Ayuntamiento de Pamplona decora los jardines, junto al lago, con un belén de tamaño natural. Es lugar de paseo y las vistas son realmente preciosas. Además uno puede evadirse desde los jardines en el café Vienés, en un ambiente muy bohemio.

La Taconera, creada en el siglos XVIII, también es un jardín botánico muy singular pues se halla una flora bastane particular y bella: desde arboles japoneses a americanos, hasta africanos pasando por peculiares plantas de otras zonas del mundo.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE PAMPLONA